Para una serie cancelada antes de tiempo por una de las grandes cadenas de TV estadounidense debido a sus bajos ratings, pero aclamada por la crítica y con una devota base de seguidores, su futuro, si es que había uno, estaba indefectiblemente en los servicios de streaming.

Durante la producción de la temporada 7 de Game of Thrones ya se había anunciado una gran batalla de épicas magnitudes, cumpliendo con algo que se ha vuelto una inevitable costumbre de la serie, con el incremento de los conflictos y las luchas de poder, y también, por qué no, del presupuesto de la serie.

Sin duda, Glenn fue uno de los personajes que se ganó el cariño del público de The Walking Dead. Su muerte fue considerada una de las más trágicas en la serie e incluso muchos espectadores se quejaron por la manera tan violenta en que Negan acabó con su vida.

El final de Game of Thrones está cerca y, entre otras cosas, eso se puede percibir en el cambio favorable que ha obrado sobre el misterioso azar del tiempo en la serie, antes trágico e inoportuno, pero ya no.

La temporada 7 de Game of Thrones, con su estreno postergado, su cantidad reducida de episodios y la sensación de cercanía del final que transmite, parece haber generado un entusiasmo todavía mayor entre los fans por el ya tradicional juego de especulación sobre posibles desenlaces.

NBC solía ser el canal de las grandes sitcoms de la TV estadounidense.