A través de una conferencia de prensa virtual, el representante Adriano Espaillat señaló que es necesario que se amplíe el número de pruebas de detección en las zonas más vulnerables de la ciudad para disminuir las cifras negativas relacionadas con la pandemia. Asimismo, puso sobre la mesa el tema económico, viendo necesaria una ayuda para los indocumentados que se han quedado sin empleo por culpa del virus.

Según registros, la mayoría de personas que viven en estos complejos de vivienda pública son hispanos y afroestadounidenses, las comunidades más afectadas por la enfermedad. Además, el virus ya ha cobrado la vida de 12 ancianos que vivían en dos en esta zona.

La campaña informativa llegará a vecindarios hispanos y afroestadounidenses en 15 idiomas a través de la televisión, los medios digitales, la radio, llamadas telefónicas, el correo postal y panfletos.

De acuerdo con el doctor Faisal Masud, director de cuidados intensivos del Hospital Metodista de Houston, a medida que avanza la pandemia se reciben más personas de estas comunidades contagiadas con la enfermedad. Entre los temas que más preocupan es que, el común denominador de estos pacientes, tienen preexistencias médicas como diabetes, problemas respiratorios y presión arterial alta.

Pete Hotez, de la Escuela de Medicina de Baylor, dice afanarle la situación de muchos latinos en medio de la pandemia porque muchos de ellos sufren de enfermedades como la diabetes o presión alta que les pueden traer más complicaciones de salud. Además, Hotez recalca que su preocupación por las minorías radica en la falta de recursos para ellos, la pobreza y la dificultad de distanciarse socialmente.