Ante la ola de robos y vandalismo que ha afectado a los pequeños negocios de Long Beach, la alcaldía de la ciudad anuncia un fondo de $1,500 para apoyar a los comercios que han sido víctimas de los delincuentes. De acuerdo con Monserrat Pineda, vocera de la alcaldía, los comerciantes podrán aplicar a esta ayuda a partir del 22 de febrero.

Dueños de establecimientos en Long Beach y Lakewood están preocupados por la ola de hurtos. “Robaron nuestro negocio, rompieron la puerta y esta es la tercera vez que pasa esto en cuatro años”, dijo la empleada de un restaurante asaltado. Ante esta situación, expertos y autoridades recomiendan a comerciantes tener un seguro, dejar vacía la caja registradora, instalar cámaras de vigilancia y alarmas y mantener no menos de dos empleados durante el servicio al público.

Este sábado 24 de diciembre serán repartidos más de 7,000 juguetes en la ciudad de Long Beach a niños de familias necesitadas. Tito Rodríguez, de Local Hearts Foundation, afirma que no es necesario hacer un registro previo, presentar un documento o cumplir otro tipo de requisitos, lo único que quieren es “ver caritas felices”. El evento se llevará a cabo en el Centro Cultural Homeland.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Long Beach ofrece tallares gratuitos para ayudar a los vendedores ambulantes a obtener sus permisos de venta y salubridad. Cualquier vendedor ambulante puede asistir a estos talleres, sin importar donde opere.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Long Beach realizó un taller gratuito este martes en el Parque Admiral Kidd para ayudar a los vendedores ambulantes con el proceso para obtener un permiso sanitario para operar en las calles. La supervisora Mónica Cárdenas explicó que el encuentro tuvo como propósito explicarles las nuevas leyes que entrarán en vigor en enero de 2023 en California.

El reporte indica que, en un salón de clases de Woodrow Wilson High School, estudiantes escucharon comentarios de un docente que provocaron que fuera puesto en ausencia administrativa. “Casualmente, dijo que la escuela tenía mucha suerte de que no lo dejaran traer su pistola, porque ya hubiera asesinado a cuatro estudiantes”, cuenta Elsa Barragán, madre de un alumno que fue testigo del suceso, el pasado 2 de noviembre.