El lenguaje es una herramienta altamente especializada que nos permite comunicarnos y entender a otros individuos que usan ese mismo sistema de señales.

¡Cuán agradable es escuchar las primeras palabras de nuestros hijos! Esos balbuceos que cada día se van tornando más y más en los símbolos lingüísticos que conocemos. Pensemos que nuestra ayuda es fundamental para lograr que estos adquieran las habilidades necesarias en la comunicación. Gracias a la interacción cotidiana les vamos enseñando las bases de este proceso.

Expresarse a través del arte es una de las primeras habilidades de la humanidad, allí están las cuevas rupestres plagadas de dibujos para probarlo. En el caso de los niños, estos nacen con una creatividad que debidamente cultivada favorece su desarrollo espiritual y físico posterior. De ahí la necesidad de que fomentemos en ellos habilidades artísticas plásticas.

Los padres pueden ser factores claros en la detección de trastornos de lenguaje en niños, ya que son los que más pueden percatarse de ciertos aspectos del desarrollo de sus hijos a medida que pase el tiempo. Esto es importante ya que este tipo de trastornos pueden ser tratados con terapia del lenguaje pero incide cuán temprano se los detecta, pues un trastorno muy afianzado en el niño será más dificultoso de corregir.

Hace tiempo asumí que mis intentos por mejorar mi caligrafía estaban destinados en su totalidad al fracaso. Realmente escribo de forma pésima en papel, y por ello me siento mucho más cómodo con el teclado que con un cuaderno; es más, prefiero el teclado de un teléfono móvil antes que el mejor bolígrafo Parker. La caligrafía es algo muy complejo, y va mucho más allá de ser una mera habilidad o ausencia de destreza, y son varios los factores que la determinan.

El fondo del mar es un lugar quieto, calmo y silencioso, y si te sumerges en el agua te habrás dado cuenta de ello. Esto se debe a la ausencia de cantidades necesarias de oxígeno en él como para que el sonido llegue limpio a nuestros oídos; en realidad, no llega. Pero no ocurre lo mismo con el de las especies adaptadas al medio, y de hecho Shariman Ghazali de la Universidad de Auckland afirma que los peces pueden hablar entre sí.