¡Cuán agradable es escuchar las primeras palabras de nuestros hijos! Esos balbuceos que cada día se van tornando más y más en los símbolos lingüísticos que conocemos. Pensemos que nuestra ayuda es fundamental para lograr que estos adquieran las habilidades necesarias en la comunicación. Gracias a la interacción cotidiana les vamos enseñando las bases de este proceso.
Recomendaciones para ayudar a nuestros hijos con el lenguaje


Hoy les traemos algunas ideas que pueden servir de punto de partida.
La lectura
Aunque un bebé no puede entender todavía, te sorprenderá saber que la lectura es muy importante para ellos. Cuando los padres les leen cuentos, los pequeños se entusiasman y es porque siguen el ritmo y la entonación que les ponemos. El significado de las palabras no tiene ningún valor para ellos, pero sí el tono de nuestras voces. No pierdas una buena oportunidad de desarrollar desde muy temprana edad el hábito de escuchar la lectura.
Los libros
Cuando el niño es pequeño, no es recomendable leerle cuentos largos y reflexivos pues su capacidad de concentración es baja. Escoge siempre relatos muy breves que tu hijo pueda seguir y que tengan imágenes que lo motiven. Establece una comunicación a partir de la historia con preguntas y respuestas instructivas y divertidas. Ello ayudará al menor a desarrollar su pensamiento y sus estructuras del lenguaje.

Conociendo la realidad
Es crucial que al interactuar con la realidad, nombres para tu hijo los objetos que observan. Del mismo modo, puedes hacer pausas para que este repita las etiquetas y las utilice. También debes ir describiendo las cualidades de las cosas y buscando que se sensibilice con estas. Las bromas son una buena manera de lograr que tu hijo se relacione con el mundo de un modo relajado.
Juego de palabras
Los juegos de palabras son una de las maneras más divertidas de desarrollar el lenguaje en el niño pues aprenden vocabulario nuevo y desarrollan la pronunciación de los sonidos. Basta con que le expliques claramente las reglas y le ayudes con ejemplos en caso de alguna dificultad. Algunos juegos muy conocidos son los de decir palabras opuestas, de decir colores, números, de relacionar países con sus gentilicios, entre otros. Puedes ir subiendo el nivel en la misma medida que tu hijo adquiera nuevas habilidades.
Preguntar, preguntar y otra vez preguntar
La mente y el lenguaje van de la mano. Mientras más desarrollemos el pensamiento lógico de los niños, más agilidad verbal lograrán. Un buen método, que enriquecerá a ambas partes, consiste en hacerse juntos preguntas sobre los distintos aspectos de la realidad circundante y también responderlas en cooperación. Trata de formular preguntas que tengan un basamento crítico, no simplezas.
No subestimes a tu hijo, los niños son curiosos por naturaleza y tienen habilidades innatas para sumar contenidos nuevos y relacionarlos. Anímalo a la indagación y obtendrás una personita creativa que usa su lenguaje cada día mejor.










