Los secretos detrás de la caligrafía

Hace tiempo asumí que mis intentos por mejorar mi caligrafía estaban destinados en su totalidad  al fracaso. Realmente escribo de forma pésima en papel, y por ello me siento mucho más cómodo con el teclado que con un cuaderno; es más, prefiero el teclado de un teléfono móvil antes que el mejor bolígrafo Parker. La caligrafía es algo muy complejo, y va mucho más allá de ser una mera habilidad o ausencia de destreza, y son varios los factores que la determinan.

PUBLICIDAD

Detrás de una buena o mala caligrafía se esconden muchísimos factores causales que juegan su papel moldeando cómo las personas escriben la R, la S o incluso firman sus documentos. Entre algunos de los más importantes podemos destacar su anatomía. Las siguientes características anatómicas juegan su rol a la hora de determinar cómo escribe un individuo:

  • La memoria muscular
  • La estructura ósea de la mano
  • La coordinación ojo-mano
  • La habilidad innata para hacerlo

En realidad la genética no determina tanto la caligrafía de una persona. Según Richard Fraser, de Westwood, si alguien escribe parecido al su padre o a su madre los genes no son tan responsables de ello como podríamos creer:

“Las similitudes en la caligrafía producidas por miembros de la misma familia existen a veces cuando el que escribe imita las letras de otro miembro de la familia o de una persona respetada... Esta tendencia ocurre durante la adolescencia, cuando el escritor está desarrollando su caligrafía y experimentando con ella.”

Existen otros factores que pueden afectar en mayor medida la caligrafía que los genéticos propiamente dichos. Sufrir un trauma grave por ejemplo, puede afectar dramáticamente la caligrafía de una persona para toda la vida.

La estabilidad mental está directamente relacionada con nuestra forma de escribir. Una persona organizada y estable se preocupará más de que sus letras estén “bien” escritas; por otra parte, un individuo ansioso e inestable no le prestará tanta atención.

Existen psicólogos especializados en este fascinante tema, y se trata de un universo muy vasto y realmente difícil de explicar. Por lo pronto ten en cuenta la idea de que tus letras hablan por sí mismas, así que más que tener cuidado con lo que escribes, ten cuidado en cómo lo escribes.