El cerebro puede entrenarse, es un hecho. ¿Cómo lo sabemos? Porque es capaz de generar nuevas conexiones neuronales, no sólo en la infancia, sino que también en la edad adulta: un fenómeno conocido bajo el nombre de neurogénesis. Los daños provocados por el tiempo que pasa no son irrevocables. Veamos cómo se puede ejercitar el cerebro.

Tener una buena maleta es clave para viajar, ya que necesitan ser de calidad para resistir el trato que se les da en los aeropuertos y, además entregar seguridad para evitar robos.

Una de las actividades que los niños pequeños más disfrutan es ponerse a crear sobre una hoja de papel. Los dibujos de los más chiquitos pueden parecernos poco lógicos o provocarnos ternura, pero lo cierto es que detrás de esas lineas de colores hay mucho más de lo que uno pueda imaginar.

La capacidad intelectual de cada cual viene dada por muchos factores, como puede ser la genética, la alimentación y el entorno. Pero aún pese a la influencia que cada uno de ellos ejerce sobre nosotros, podemos mejorar nuestra capacidad intelectual con algunos hábitos como los que vamos a describir a continuación.

Los robots, son máquinas que los humanos han creado, diseñado y programado para funcionar a nuestro beneficio y, cada vez son más inteligentes, requiriendo menor interacción.

Todo lo que nos llevamos a la boca tiene un efecto –y no solo sobre el cuerpo–. Y es que nuestra alimentación no solo incide sobre lo tangible; también ejerce una gran influencia sobre lo invisible. Así, influencia nuestra actitud hacia la vida y nuestra inteligencia.