Las nuevas cifras presentadas ante el juez federal Dana Sabraw, quien preside las demandas colectivas en nombre de las familias inmigrantes que fueron separadas en la frontera, señalan que, de los 2,654 niños separados, unos 2,008 ya han sido reunidos con sus padres.

Las autoridades los investigan tras una denuncia de abuso sexual de uno de sus trabajadores. Los albergues son parte de la empresa Southwest Key.

Las autoridades comenzaron a tomar las huellas de quienes van a recoger a los menores inmigrantes detenidos. Esa información les ha servido para arrestar a 41 personas desde el mes de julio, según declaró un alto funcionario de Inmigración.

El menor denunció que fue víctima de abuso sexual por otro niño que estaba en el centro de menores donde fue recluido. La madre del menor demandó al gobierno porque asegura que este episodio lo traumatizó.

En una conferencia de prensa, miembros de la organización aseguraron que los niños permanecen con miedo a que sus familiares y ellos sean deportados. Además, sugieren que los distritos escolares deben prepararse para ayudar y asesorar a los menores inmigrantes.

El pequeño Dylan, de 6 años y de nacionalidad guatemalteca, fue separado de su padre Édgar García el pasado 14 de mayo luego de entrar ilegalmente a Estados Unidos. El hombre fue deportado a su país natal y su hijo fue enviado a un centro para menores en Nueva York.