Según el Sheriff del Condado de Harris, Ed Gonzalez, un niño de cuatro años encontró una pistola sin seguro en su casa y disparó por error a su hermano de un año de nacido. Los oficiales están investigando cómo el menor pudo obtener tan fácilmente un arma cargada.

De acuerdo con las autoridades, los adolescentes heridos, de 12 años y 16 años, fueron baleados este martes poco antes de las 5:30 pm en el vecindario de West Garfield Park. Al menos dos sospechosos, un hombre y una mujer, se encuentran bajo custodia de la policía por el hecho.

El tiroteo en Allen dejó a siete personas lesionadas y ocho muertos, entre ellos dos hermanas de 8 y 12 años. Una tragedia como esta genera estrés postraumático y, en ocasiones, los sobrevivientes o familias de las víctimas pueden ser diagnosticados con depresión y ansiedad. La terapeuta Ana Marcela Rodríguez explica que se sigue viviendo con estas heridas, pues es “un duelo que nunca se supera, se aprende a vivir con ese hueco”, por lo que recomienda buscar ayuda psicológica y religioso.

El agente, que había sido contratado como seguridad del plantel educativo exclusivo de niñas, fue detenido y hasta el momento no está claro el motivo del ataque.

Irvin Wallker II agradeció al personal de Medical City de McKinney por usar su “experiencia para reparar mi cuerpo, espíritu y darme esperanza”. En medio de una conferencia de prensa, Wallker II contó que aquel 6 de mayo dejó a su novia en el centro comercial de Allen y fue a buscar dónde estacionarse cuando recibió varias balas en su cabeza, cuello, pecho y un brazo. En ese instante, el hombre corrió y fue auxiliado por un guardia de seguridad quien minutos después murió por el agresor.

Se dieron a conocer las imágenes del momento cuando un sujeto lanza una granada al interior de un salón de billar en Venezuela y luego sale corriendo. El incidente dejó nueve heridos y las autoridades ya investigan el atentado.