Los descubrimientos arqueológicos no paran. Primero se encontró el fósil de un dinosaurio desconocido dentro de opalo, en Australia, y ahora un sorprendente hallazgo llega para volarnos la cabeza a todos. Se trata de una cabeza de lobo gigante en perfecto estado.

Una cueva submarina en Yucatán albergaba un cementerio antiguo repleto de restos fósiles de mamíferos y seres humanos que cambian la percepción acerca de la presencia de algunas especies en Centroamérica. Hasta su descubrimiento se pensaba que estas especies solo habían existido en América del Sur pero, aparentemente, también estuvieron presentes en México hace más de 30 mil años.

Las ballenas de hace millones de años no se parecen en absolutamente nada a las que conocemos ahora. Como todos los animales a lo largo de la historia, los cetáceos han evolucionado completamente para transformarse en lo que son hoy, y por increíble que parezca, solían tener cuatro patas como los perros.

Así como la ciencia ficción lo anticipó hace algunas décadas, un descubrimiento sin precedentes fue realizado en la isla de Java, Indonesia. Un insecto que estuvo vivo hace, aproximadamente, 7 millones de años, fue encontrado en la fosilizada resina de un árbol. El ámbar preservó la integridad de la criatura, con todos sus rasgos intactos, que, según los expertos, es un «increíble e improbable objeto» que contiene muchos secretos.

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En lo que respecta a la ciencia, todo el tiempo nuevos descubrimientos vienen a apoyar viejas teorías o a refutarlas totalmente. Un fósil antiguo podría cambiar muchos sobre lo que sabemos de la evolución de los animales, pasando de organismos simples a más complejos. Se trata de un animal con forma de panqueque, algo aplastado, que podría ser el primer animal del mundo. Los científicos analizaron la materia grasa presente en él y publicaron su descubrimiento en la revista Science.