Si amas quedarte solo en casa y sabes aprovechar bien la propia compañía, pero de vez en cuando te cuestionas si deberías ceder a los estímulos externos y salir a fiestas, tienes un motivo para relajarte y no preocuparte sobre tu «soledad»: eres más inteligente que tus amigos que salen prácticamente todos los días.

No es un secreto que quedarse frente al mar, incluso sin realizar inmersiones, ayuda a relajarse y experimentar sensación de bienestar. Pero lo que tal vez no sepas es que este fenómeno tiene un poder científicamente comprobado de cambiar el cerebro y favorecer la salud mental.

Si eres de las personas que no pueden permanecer mucho tiempo en silencio, si te encanta hacer nuevos amigos y no resistes a una buena conversación en el transporte público (incluso con extraños), deberías saber que, según la ciencia, eres una persona muy feliz.

Los estudios sobre las sensaciones que puede percibir un bebé en el vientre están habitualmente en la mira por una razón evidente: suele ser una manera de argumentar a favor o en contra de prácticas abortivas. Más allá de las distintas posturas y opiniones, desde la mirada de la ciencia, hay una respuesta a la interrogante de cuándo comienza a sentir dolor.

El trabajo y las actividades que tenemos cada día hace que nuestra vida social se limite a mensajes por Whatsapp o interacciones en las redes sociales. Pero siempre hay algún momento en el que nos damos cuenta de que entre tantas actividades nos está faltando un respiro, una charla, un abrazo: un contacto directo y personal con quienes amamos. Y ahí es cuando vamos a visitar a nuestros padres o a nuestros abuelos… Pero sería más saludable para ellos (y para nosotros) si hiciéramos más seguido esas visitas.

Si no le tienes miedo a los payasos, a las arañas o a las serpientes, seguramente conozcas a alguien que no pueda verlos ni en una fotografía. ¿Por qué hay fobias que son más comunes que otras? La ciencia se encarga de respondernos esa pegunta y además nos dice cómo somos de acuerdo a nuestras fobias.