Es la tercera vez en menos de una semana que una mayoría de jueces de la Corte Suprema se pone del lado del gobierno en su lucha contra jueces federales que han frenado la agenda de Donald Trump.

La decisión representa una victoria para el gobierno del presidente Donald Trump ya que le permite continuar deportando a personas de las que alega sospecha de que forman parte de la pandilla venezolana Tren de Aragua (TDA), pero los demandantes también ven puntos positivos ya que da a los detenidos la oportunidad de impugnar su caso.

A solo horas de vencerse el plazo dado por una jueza federal, la Corte Suprema detuvo temporalmente la orden que exigía el retorno a EEUU de Kilmar Ábrego García, el inmigrante deportado por un "error administrativo" y recluido en la megacárcel CECOT de El Salvador. Sus abogados tienen hasta el martes para responder a la apelación del gobierno. También puedes ver: Aislamiento total: abogados denuncian que no han tenido contacto con migrantes expulsados a El Salvador.

Un “error administrativo” llevó a un padre de Maryland a El Salvador, país del que huyó por la violencia de las pandillas, que amenazaban su vida. Su familia comenzó una cruzada para regresarlo a EEUU y aunque una jueza ordenó su regreso, ha habido obstáculos.

Fueron los primeros comicios importantes desde el regreso de Donald Trump al poder y vistos como un barómetro incipiente del ánimo de los votantes.

El juez federal James Boasberg dijo que la administración Trump pudo haber actuado “de mala fe” al enviar vuelos de expulsión de venezolanos a El Salvador, pese a que una orden suya lo prohibía. El editor principal de inmigración de Univision Noticias, Jorge Cancino, explica cuál es el largo camino legal que puede seguir en caso de desobediencia de una orden judicial. Te puede interesar: Juez dice que es posible que el gobierno Trump actuara de "mala fe" al expulsar migrantes a El Salvador