¿Hace tiempo que tienes una relación a larga distancia y has notado algunos cambios extraños? Esos cambios sólo pueden ser signos de que algo nada bueno está pasando. De pronto, la relación que era tanto amor y halagos, se ha enfriado.

Todas sabemos que la primera cita es decisiva y que el lugar donde se realice determinará en cierta medida su éxito o su fracaso.

El instinto maternal es localizable muchos años antes de traer al primer hijo al mundo y a medida que el momento se acerca crece aún más. Este instinto suele ser inherente a la presencia (o búsqueda) de ese hombre que, de forma subconsciente, vemos como padre de nuestros futuros pequeños.

Hombres y mujeres las están solicitando más por motivos psicológicos, ya que pretenden mejorar su autoestima y sus relaciones de pareja.

A veces tenemos la sensación de haber ido a demasiadas citas, que todos los hombres nos parecen iguales o que estamos malgastando el tiempo. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de enganchar a ese hombre particular por el que daríamos todo con tal de tener una segunda cita.

A diferencia de nosotras que solemos ser más ansiosas, tener planes y muchas expectativas, los hombres suelen mantener cierta distancia, son más reservados y prefieren evitar dar a conocer sus sentimientos al comienzo de la relación.