Tras la moda de los teenagers con poderes, muy explotada tanto en la televisión como en el cine y las novelas, hay por lo menos 5 series que se convirtieron para algunos en mitos que rápidamente decayeron por falta de imaginación, hasta convertirse en series muy tontas.
Two and a Half Men se despidió de la pantalla chica después de haber experimentado con una gran cantidad de personajes. Al cierre de esta temporada 11, y con una más en camino para setiembre, la sensación que nos deja es la misma que los tres últimos años.
Con una ausencia de 3 semanas, Two and a Half Men se acerca lentamente al cierre de temporada con un ritmo irregular, algo que a estas alturas no debería sorprendernos. Las cosas han cambiado drásticamente en la casa de Malibú, y ahora tenemos que conformarnos con el “nuevo Jake”.
Uno podría deducir por el título del último episodio de Two and a Half Men que habría alguna que otra sorpresa con la eventual aparición de Jake (Angus T. Jones) en la comedia de CBS. Sin embargo, no es más que un juego de palabras para continuar con los entreveros de la temporada 11.
Superada la mitad de temporada, parece que Two and a Half Men ha tocado fondo y no puede evitar su desplome. Esta vez ni los drásticos cambios sirvieron para causar un poco de interés o asombro, y puede que la boda en la casa de Malibú haya sido otra artimaña para generar zozobra, pero no resultó bien.
Baseball. Boobs. Boobs. Baseball es un episodio medianamente agraciado, con pequeños chispazos de lucidez, pero poco trabajo creativo. No es suficiente, Two and a Half Men ha vuelto al círculo vicioso de lo impredecible, y no levanta cabeza por segunda semana consecutiva.
Se acabaron las vacaciones para Two and a Half Men, que después de una pausa de tres semanas regresa con un nuevo episodio y un nuevo giro para la vida de sus personajes. El problema es que la decisión no ha sido la más acertada, y si las cosas continúan con este tipo de innovaciones, prepárense para harto relleno.
Llegó el capítulo navideño de Two and a Half Men que, a diferencia de otros años, no tuvo precisamente un toque muy navideño que digamos, posiblemente por la ausencia de dos de sus protagonistas principales. En vez de ello nos conformamos con una serie de enredos de pareja, algunos más graciosos que otros.
Con una semana de ausencia cualquiera pensaría que Two and a Half Men retornaría a la TV con ideas más frescas, pero no fue así. Solo tuvimos un comienzo interesante que con el paso de los minutos se fue desinflando por méritos propios. Me temo que esto no huele bien, me temo que se avecina la tormenta.
No es el peor capítulo de la temporada 11, pero ya me había acostumbrado al buen ritmo de la serie. De hecho, Two and a Half men se ubica entre los cinco programas más sintonizados de los jueves por la noche, un top 5 liderado consecutivamente por The Big Bang Theory.
Si el capítulo con la mujer maravilla te quedó corto, aquí tienes uno mucho más divertido. Ahora la temática ha cambiado un poco, ya no hay personajes de héroes en la casa de Malibú, sino hermosas princesas que escaparon de un cuento de hadas.
No sé ustedes, pero yo me reí bastante. Quiero ser lo más objetiva posible con esta serie, que durante mucho tiempo ha recibido críticas negativas, y casi al borde de la decadencia se recompuso para darnos un inicio de temporada interesante, con drásticas modificaciones que parecen haber hallado la fórmula secreta para mantenerse en la TV (quién sabe hasta cuándo).
Como diría el creador de Frankenstein: "¡Está vivo!" Two and a Half Men no es ni la sombra de lo que fue la temporada anterior. La serie de Chuck Lorre se ha despuntado desde que alguien tuvo la ingeniosa idea de añadir una hija lesbiana a la trama principal. Y los primeros resultados no se hicieron esperar.
Está funcionando. Two and a Half Men ha encontrado la fórmula para no desfallecer en la televisión estadounidense como lo hizo su primer protagonista. Chuck Lorre ha cumplido con su trabajo repensando una trama que no podía sostenerse más con la simpleza actoral de Ashton. Pero lo más curioso es que para esta ocasión, no prescindieron de su más reciente estrella, sí, la voceada hija no reconocida de Charlie Harper.
La temporada 11 de Two and a Half Men se ha convertido en una agradable y novedosa sorpresa, algo que ya no parecía posible en una serie tan estirada y de pocos recursos como ésta. La inclusión del personaje de Amber Tamblyn como la hija perdida de Charlie Harper (Charlie Sheen) no sólo aportó a Two and a Half Men un soplo fresco de la mano de un personaje nuevo y extrovertido, sino que permitió también, en cierta medida, traer de vuelta a Charlie Harper.
“Sí, se siente como en casa otra vez”. Berta (Conchata Ferrell) cierra el segundo episodio de Two and a Half Men de la mejor manera. Por un momento, por un ligero instante, el ambiente se tornó agradable y familiarizado. ¿Será posible que Jenny Harper (Amber Tamblyn) se convierta en el ingrediente perfecto para condimentar la descolorida comedia de Chuck Lorre? Veremos...
La presencia de Amber Tamblyn interpretando a la hija no reconocida de Charlie Harper (Charlie Sheen) en esta temporada 11 de Two and a Half Men parece haber aportado un elemento de interés adicional para los fanáticos de la serie, ya que muy pocos días después del estreno de la temporada y la presentación del personaje, la producción confirmó el paso de la actriz a regular.
Parece que la presencia de Amber Tamblyn en la temporada 11 de Two and a Half Men rápidamente tuvo una buena recepción en la audiencia y, con sólo un episodio emitido hasta el momento, ya CBS confirmó el ascenso de la actriz a regular en la serie.
La temporada 11 de Two and a Half Men se estrenó en CBS esta semana y, como todos los fanáticos saben, trajo con ella una gran sorpresa y un gran cambio para la serie.