Two and a Half Men: Despedida de soltero [Crítica 11x13]

Superada la mitad de temporada, parece que Two and a Half Men ha tocado fondo y no puede evitar su desplome. Esta vez ni los drásticos cambios sirvieron para causar un poco de interés o asombro, y puede que la boda en la casa de Malibú haya sido otra artimaña para generar zozobra, pero no resultó bien.

El comienzo de Bite Me, Supreme Court fue crucial para el transcurso del episodio. Marty ( Carl Reiner) reapareció otra vez para pedir la mano de de Evelyn ( Holland Taylor), quien tiene la costumbre de relacionarse con hombres mayores para hacerse con su fortuna. Esta vez, el premio de la lotería eran 400 millones de dólares.

Una boda improvisada

Con una premisa como esta uno podría pensar que la bandeja estaba servida, lista para aprovechar todo el potencial de Holland Taylor, que apenas ha tenido una segunda intervención a lo largo de la temporada 11 (¡Dios! ¿Más de una década con Two and a Half Men?).

Chuck Lorry, el genio de las comedias mediocres, prefirió otorgar el protagonismo a Walden ( Ashton Kutcher) y Alan ( Jon Cryer), quienes echaron a perder la fiesta de despedida de Marty, y después tuvieron que convencerlo nuevamente a querer casarse con Evelyn.

Esta boda no es más que un intento improvisado que confirma el momento de inestabilidad por el que pasa la comedia de CBS. Curiosamente, hace algunos años atrás se produjo una boda en la casa de Malibú, cuando Robert Wagner dio vida al personaje de Teddy, y Two and a Half Men encabezado por Charlie Sheen nos regaló una divertida parodia de CSI. ¿Lo recuerdan? Claro que lo recuerdan, si fue una belleza de episodio.

Ni siquiera la presencia de Jenny ( Amber Tamblyn) ayudó a repuntar la caída en picada de Two and a Half Men, que esta semana apenas logró sumar 8,5 millones de espectadores, con un demográfico de 1.9% y rezagada al puesto 4.

¿Conclusiones? Ya no le quedan más vidas al gato, en el hipotético caso de renovar por un año más, Two and a Half Men no pasará de la temporada 12. Lo firmo.

Puntaje: 7/10. Se acabaron las buenas ideas.