Two and a Half Men: Fiesta en la casa de Malibú [Crítica 11x04]

Como diría el creador de Frankenstein: "¡Está vivo!"  Two and a Half Men no es ni la sombra de lo que fue la temporada anterior. La serie de Chuck Lorre se ha despuntado desde que alguien tuvo la ingeniosa idea de añadir una hija lesbiana a la trama principal. Y los primeros resultados no se hicieron esperar.

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Tampoco significa que las cosas cambiarán y todo será como antes. Two and a Half Men fue una cosa con Charlie Sheen, y otra muy diferente sin él. Yo diría, más bien, que la parchada comedia de CBS se encuentra en cuidados intensivos y el pronóstico es positivo.

Póker al desnudo

En este cuarto episodio de la temporada 11 de Two and a Half Men, la protagonista principal fue la casa de Malibú, el escenario propicio para desatar todo tipo de disparates. Volvieron las chicas ebrias, las fiestas hasta el amanecer, y los brownies para poner todo al revés. Clank, Clank, Drunken Skank es uno de esos capítulos que solíamos extrañar, donde los efectos del alcohol llevan a una cosa y nadie sabe cómo termina en la cama del otro.

Jenny Harper ( Amber Tamblyn) se encargó de añadirle un poco de libertinaje a la aburrida vida de Walden ( Ashton Kutcher), que estoy segura nadie estaría dispuesto a repetir (ni siquiera en su edición BluRay). Ni la mamá, ni la ex esposa, o la última novia que se convirtió en diseñadora de moda, lograron levantar la serie como lo hizo la legítima heredera de Charlie Harper en tres episodios. Su permanencia es un hecho.

Imagen CBS

Gallina que come huevo…

Mientras tanto, Alan ( Jon Cryer) persiste sin éxito en su relación casual con Lindsey ( Courtney Thorne-Smith), dejándose manipular fácilmente por ésta. Si existe alguien en la faz de la Tierra capaz de personificar a un títere humano, entonces estamos hablando de Alan.

Al término de este cuarto capítulo, reafirmo lo que dije en el estreno de la temporada 11: Walden y Jenny hacen un dúo explosivo que funciona muy bien. No hace falta ser adivino para descubrir que la serie se ha vuelto más entretenida porque su tercera protagonista, es en realidad, una versión minúscula del verdadero dueño, amo y señor de la fiesta que ya lleva tres años sin pisar los estudios CBS.

Imagen CBS

Puntaje 8/10 – Two and a Half Men tiene entre manos un argumento más convincente para despedirse de la televisión con un digno final. El problema está si la ambición no corrompe más a sus creadores y deciden escribir el último capítulo.

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