En medio de las crecientes tensiones políticas a nivel mundial, aumenta el temor por un accidente nuclear. Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), explica cuáles son los protocolos que utilizan para evitar incidentes en medio de conflictos como el de Rusia y Ucrania. Te puede interesar: Bombardeos diarios y ansiedad constante: así ha cambiado Ucrania a más de dos años de la invasión rusa.

La compañía Tokyo Electric Power (TEPCO), se ha encargado de bombear agua para refrigerar los reactores de la planta de Fukushima, que fue destruida tras el tsunami de 2011. El agua resultante contiene altos niveles de sustancias radiactivas, aún después de ser tratada y almacenada.

La central nuclear está siendo construida cerca del mar, en Akkuyu, unas 220 millas al oeste del epicentro del primer terremoto. Ha sido diseñada para soportar fuertes temblores. Sin embargo, algunos activistas insisten en que representa una amenaza.

El posible empleo de bombas sucias, que hasta la fecha no ha sido acreditado en ningún conflicto, genera una gran alarma entre la población porque su composición incluye elementos radiactivos.

Putin “no está bromeando” cuando amenaza con usar armas nucleares, aseguró el presidente Biden en un evento de recaudación de fondos del Partido Demócrata en Nueva York.

La oficina del primer ministro de Japón señaló que al menos uno de los misiles que lanzó Pyongyang voló sobre territorio japonés. Indicó que las autoridades han emitido una alerta a los residentes de las regiones nororientales para evacuar edificios cercanos en lo que se cree es la primera alerta de este tipo en cinco años.