Según una investigación del Inspector General del Pentágono, el secretario de Defensa alega que tiene la autoridad para desclasificar información que considere adecuada, y que nada de lo compartido en la aplicación pondría en peligro la misión.

El secretario Pete Hegseth colocó en ese chat detalles similares a los que puso en otro chat en Signal en el que fue incluido por error con el periodista Jeffrey Goldberg de The Atlantic. Este chat con familiares y personas de su círculo cercano fue creado por él antes de ser confirmado en el cargo.

Mike Waltz vuelve a verse envuelto en la polémica después de que The Washington Post asegurara que utilizó su e-mail personal para recibir su agenda y documentos de trabajo.

Der Spiegel publicó que con una serie de búsquedas relativamente sencillas encontró en internet números de teléfono móvil, direcciones de correo electrónico y, en algunos casos, hasta las contraseñas de altos funcionarios estadounidenses salpicados por la filtración de un chat de Signal.

La orden fue solicitada por American Oversight, una organización sin fines de lucro. Un abogado del gobierno respondió que ya se están tomando medidas para recopilar y guardar los mensajes.

La publicación en The Atlantic de un chat en el que los principales funcionarios de seguridad nacional del gobierno de EEUU discutían planes para un ataque en Yemen ha desatado un escándalo y dudas sobre qué leyes pudieron haberse violentado.