Según los primeros informes, el hombre de 18 años, identificado como Tristin Tavares Bernard, habría atacado brutalmente a la menor porque no le hizo cuando le llamó la atención. Se espera que este viernes comparezca ante una corte de fianza. Los cargos en su contra también incluyen lesiones agravadas y abuso infantil.

Los asesinatos se produjeron luego de que las tres víctimas fueran detenidas y acusadas de secuestrar a un niño de 13 años en un poblado en el sur de Veracruz, México. El menor apareció sano y salvo.

El hallazgo fue realizado por un trabajador del condado Harris, quien recorría la zona con su grúa y observó sangre en la parte trasera del vehículo. Acto seguido, dio aviso a las autoridades y cuando los oficiales llegaron abrieron la cajuela y encontraron los restos. La víctima sería un hombre afroestadounidense de aproximadamente 22 años.

Según las víctimas, los ladrones serían jóvenes encapuchados que en cuestión de minutos lograron llevarse la embarcación. La esposa del dueño del bote aseguró que los involucrados mostraron experiencia en este tipo de hurtos y que contaban con las herramientas necesarias.

Las autoridades de Charlotte aseguraron que Riley Howell, de 21 años, hizo justo lo que se enseña en los entrenamientos de preparación para situaciones de tiroteos y derribó al atacante tomándolo por los pies. Su acción ha sido calificada de heroica, pues murió en su intento por detener al pistolero, pero eso permitió que la Policía lo desarmara y capturara.

La joven de 18 años resultó herida dentro de las instalaciones de un colegio de la Universidad Autónoma de México y murió en el hospital. Los paramédicos tardaron casi una hora en determinar que tenía una herida de bala, porque el orificio de entrada no causó derrame externo de sangre. Aún se desconoce el móvil del crimen y las autoridades no han dado con el responsable.