Honduras se suma a países como El Salvador, Haití y Nicaragua a los que Trump les quitó ese estatus migratorio. Ahora tienen 18 meses para regularizar su estatus o abandonar el país. En total, más de 300,000 indocumentados de esos países quedarían sin protección.

Esta semana, la administración del presidente Donald Trump deberá anunciar si prorroga o cancela el programa, que ampara de la deportación y otorga un permiso temporal de trabajo a unos 56,000 indocumentados que llevan casi dos décadas en Estados Unidos.

Según estimaciones, la deportación de los trabajadores protegidos por el TPS supondrá la pérdida de miles de millones de dólares del Producto Interno Bruto.

Esta semana el gobierno de Donald Trump deberá anunciar si prorroga o cancela el programa, que otorga un amparo de deportación y un permiso temporal de trabajo a unos 56,000 indocumentados de ese país centroamericano.

Tienen la misión de exigirles a los legisladores que agilicen el camino hacia la ciudadanía para los dreamers. También pedirán que se renueven la protección temporal para los centroamericanos. En la caminata participan activistas, religiosos y personas de diversas comunidades inmigrantes.

María Fuentes, una mujer salvadoreña, ha trabajado por 10 años en una de las cafeterias del Senado en Washington DC. Con la amenaza de terminación del TPS, Fuentes teme por lo que el futuro le depara después de vivir en Estados Unidos por dos décadas.