El pico de la temporada de ciclones fue septiembre, pero no ha terminado. Se pronostica la formación de fenómenos meteorológicos en noviembre, que se dirigirían a Cuba, República Dominicana o Puerto Rico.

Algunos habitantes no logran conseguir ni un plato fuerte, aunque intenten pagar con dólares. Otros no pueden obtener los cinco huevos que les asignan cada mes, presuntamente por pérdidas en granjas. Las residencias antiguas están a punto de colapsar y el área del Malecón habanero fue cerrada por riesgo de derrumbes.

La comunicadora, quien recorrió la isla junto al equipo de Noticias 23 tras el paso del ciclón, relata que sintió impotencia frente a la falta de electricidad, el estancamiento de ayudas y la destrucción masiva. López hace énfasis en que los auxilios para los damnificados se frenan por lo que denomina "burocracia".

La oficina de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) está recibiendo solicitudes de personas cuyos negocios o residencias se dañaron por el ciclón. Son 836 millones los que tiene la organización para beneficiar a los damnificados, que pueden asistir a la nueva oficina ubicada en Homestead o inscribirse por internet.

Los habitantes de las torres ubicadas en Allapattah, Miami, siguen a la intemperie y en busca de respuestas por parte de autoridades para darle fin al calvario en el que viven. Las edificaciones, que no estaban terminadas antes del fenómeno meteorológico, continúan clausuradas y bajo riesgo de contaminación.

Escombros y electrodomésticos dañados fueron recogidos durante las arduas labores de limpieza. Los dueños de negocios manifiestan que han tenido que lidiar paulatinamente con los desastres generados por el ciclón y hablan del turismo.