No son tantos los casos que conocemos, pero sí muchos los que existen, y se trata de los niños con labio hendido (Leporino) y con paladar hendido. Hendido significa separación, y un labio hendido tienen una separación en el labio, y un paladar hendido tiene una separación en el cielo de la boca. Se trata de un desarrollo incompleto de la boca del niño, y esto ocurre cuando el bebé se está formando.

A veces no sé si es tan positivo que se realicen tantos estudios, ya que cada uno de ellos determina nuevas definiciones que conllevan nuevas restricciones, pero todo sea por la salud. Esta vez se trata de un gran estudio realizado en Holanda, que determinó que las embarazadas que consumen nueces y otros frutos secos aumentan las posibilidades de que su hijo desarrolle asma.

Hoy en día, la mayoría de las personas padece algún tipo de alergia, pero según dicen los médicos, las mismas se pueden comenzar a prevenir desde el embarazo, así el niño podrá vivir sin alergias. Para esto, es importante saber que en los primeros meses de vida, el bebé tiene un sistema inmunológico muy inmaduro, y un 20% de los niños desarrollan molestias ante sustancias como polen, polvo, ciertos alimentos y algunos animales.

Honestamente, es muy raro ver a un bebé usando lentes, pero la realidad es que muchos niños necesitan gafas desde muy pequeños, ya que trastornos en la visión como miopía y estrabismo pueden ocurrir desde bebés. Se calcula, hoy en día, que un 75% de los bebés tiene hipermetropía y un 71% astigmatismo.

Este trastorno del desarrollo es muy común, aunque no se crea, y aún no se lo considera una enfermedad y no se encuentran curas. Se trata del Autismo el cual es un trastorno neurobiológico que dificulta la habilidad del individuo de procesar información. El niño ya nace con autismo pero, muchas veces, al ser difícil de diagnosticar, se puede demorar hasta años en detectar que el niño realmente es autista.

Cada año nacen una cantidad de niños con una enfermedad que no es muy conocida pero que los afecta gravemente, y se conoce bajo el nombre de Progeria, o también llamada "Síndrome de Hutchinson-Gilford". Esta patología afecta a 1 niño de cada 8 millones, y provoca el envejecimiento acelerado de ese bebé.