Durante su visita, Trump mantendrá un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el martes con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, a quienes ya ha recibido, por separado, en la Casa Blanca, poniendo de manifiesto que quiere mediar en el conflicto árabe-israelí.

El ejercicio militar simula la defensa ante un ataque múltiple del Ejército Popular de Liberación chino, lo que no han gustado a Pekín, en un contexto de fuerte tensión regional por las recientes pruebas balísticas de Corea del Norte.

La semana pasada el régimen de Kim Jong Un lanzó un misil de medio alcance, Hwasong-12, el primero de este tipo, que según Pyongyang podría llevar una cabeza nuclear pesada.

En el acuerdo, Riad, la capital saudita, comprará armas de fabricación estadounidense, una adquisición destinada a contrarrestar la influencia “maligna” de Irán, según detalló la Casa Blanca.

El incidente ocurrió en el Mar de China Oriental cuando dos aviones caza chinos hicieron un vuelo rasante sobre una aeronave estadounidense que detecta radiaciones de pruebas nucleares.

El viaje inaugural del presidente al exterior que lo llevará por cinco países en ocho días se produce en un momento muy delicado para Trump, después del nombramiento de un fiscal especial para investigar presuntos nexos de su campaña electoral con Rusia.