La asociación hace parte de los esfuerzos de la congresista demócrata Sheila Jackson Lee. Se espera que en la prisión se realicen cerca de 200 exámenes de coronavirus al día, los cuales estarán distribuidos entre reclusos y empleados. También hubo una donación de 3,000 barras de jabón desinfectante y mascarillas N95, con el fin de evitar la propagación de la enfermedad.

La cifra de detenidos que tienen COVID-19 se eleva a al menos 28, de los cuales dos están hospitalizadas.

Pese a que el gobernador dio el aval para que 170 personas salieran de la cárcel, varias voces señalan que aún hay reos que corren peligro por un posible contagio. Los activistas justifican su petición señalando que la curva de la pandemia aún sigue en ascenso en las prisiones del estado y esto, según ellos, podría ser un problema a futuro.

Centros de detención de inmigración ponen en libertad a inmigrantes por miedo a la propagación del coronavirus tras las rejas. Lo último que pudieron haber imaginado los inmigrantes es que el miedo al avance de la pandemia sería el boleto para recobrar su libertad. Más información aquí.

La abogada Noemí Ramírez explica que en las últimas semanas el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha dejado en libertad a 693 personas detenidas en diferentes partes del país porque tenían condiciones de salud que las hacían vulnerables al contagio con el virus, entre ellas, mujeres embarazadas y presos con enfermedades pulmonares.

A los 18 años Manny Méndez fue arrestado por robo y pasó 11 años en prisión. Mientras cumplía su condena, el arte se convirtió en su válvula de escape. Aquí cuenta lo difícil que es romper el círculo de la adicción. Esta historia es parte del proyecto Segunda Oportunidad.