El olivo es un árbol medicinal maravilloso. Su producto por excelencia es, sin lugar a dudas, el aceite de oliva que sirve de condimento para muchas de nuestras comidas, y su exquisito sabor se complementa con muchísimas propiedades saludables. Pero no es lo único que el olivo tiene para ofrecerle a nuestra salud, pues las hojas de este árbol son muy buenas para los huesos.

Muchos expertos nutricionistas afirman que la mejor forma de aprovechar las propiedades del aceite de oliva es desde su origen natural. Es decir, que a las aceitunas hay que pasarlas por molinos de piedra para así obtener una pasta. Esta nos proporcionará el aceite de oliva virgen.

Todos sabemos que nuestro organismo constantemente está defendiéndose de agentes externos como la contaminación, las bacterias y los virus. El estrés y el estilo de vida propio de estas épocas disminuyen nuestra habilidad de combatir naturalmente la enfermedad. A esto se le suma que los medicamentos generalmente tienen efectos secundarios dañinos para nuestro cuerpo. Por eso es esencial intentar mantener la salud a través de productos naturales, por ejemplo, a través de la hoja de oliva.

De cuando en cuando nos topamos con alguna investigación realizada que arroja datos respecto de las propiedades del olivo para nuestro organismo. Esta vez los datos vienen desde Suiza y Alemania, donde científicos de dichas nacionalidades han llevado a cabo un estudio (que ha sido publicado en Phytotherapy Research) que da cuenta de una nueva serie de beneficios asociados a esta planta.

Más allá de los exquisitos alimentos que nos proporciona el árbol del olivo (su aceite y sus aceitunas), este árbol tan arraigado en la cultura mediterránea encierra muchas propiedades curativas, lo cual lo convierte en una planta con propiedades muy diversas.