Miguel Villalón, de 21 años, iba en un vehículo cuando estalló una bomba en plena carretera. El joven estudió en una escuela secundaria en Aurora, Colorado.

Miguel Villalón, de 21 años, fue uno de dos militares estadounidenses que perecieron este sábado cuando el vehículo en el que viajaban golpeó un artefacto explosivo en un camino Kandahar.

El movimiento en la base militar, considerada la más grande que tiene el país, es constante. Los soldados trabajan día a día y sin descanso preparando aviones con municiones y artículos de primera necesidad en caso de que se les dé la orden de partir. "Nosotros estamos preparados para servir en el momento que nos llamen", aseguró Elvia Kelly, representante de relaciones públicas de Fort Bragg.

Matthew Golsteyn estaba siendo investigado por el asesinato de un miembro del Talibán en Afganistán cuando el presidente le otorgó un perdón y cortó el proceso. Ahora el Ejército analiza si debe reestablecerle sus distinciones.

Evelio Otero, general retirado y experto en seguridad nacional, afirma que los poderes de guerra del presidente en este tipo de operaciones son críticos y que el proceso de aprobación de atacar objetivos como el militar iraní no debe alargarse innecesariamente. También se refirió al sondeo sobre la percepción de la población después de dicha operación.

En la comunidad de Fayetteville, en Carolina del Norte, la espera es incierta para muchos soldados que viven con sus familias en la base militar de Fort Bragg. "Estamos preparándonos para ir si se necesita, pero aún no hay orden", aseguró el oficial Jorge Luis García, del Ejercito de EEUU. Aunque los uniformados dicen estar listos, sus seres queridos se muestran preocupados y afirman tener miedo de que les pueda pasar algo.