Nuestros pequeños hacen dibujos que queremos guardarlos por siempre. Con tan poquitos años comienzan a expresar sus emociones en el papel.

Las muñecas que les regalamos a nuestras hijas tienen ciertos rasgos de la mujer perfecta. De esta manera, e indirectamente, las estamos introduciendo en el mundo de los estereotipos. Lo mejor sería contarles que realmente no son una figura sana, y que lo mejor es quererse tal cual son.

Las muñecas al igual que todos los juguetes para niños, han seguido los estereotipos de la moda. Sin embargo, poco a poco, las empresas encargadas de fabricarlas han comenzado a tomar conciencia de lo importante que es que los juguetes de los niños se parezcan a ellos. Las muñecas de medidas exactas y utópicas figuras provocaba la tendencia hacia quienes crecían con ellas a querer imitarlas.

De chica me encantaba jugar al trompo ¡Era mi pasatiempo favorito! Cuando somos grandes olvidamos muchas cosas, pero jamás aquellas que tanto nos alegraron la infancia. Por eso quise retomar esta pasión y armé mi propio trompo (aunque no en madera).

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Si tu hija no quiere muñecas, trastecitos o libros para iluminar, no te preocupes, eso solo significa que tiene otros intereses y en lugar de forzarla a jugar con cosas rosas, es mejor darle otras opciones.