El presidente usó la extraña justificación de que los kurdos no ayudaron a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el Senado busca un acuerdo para castigar a Turquía por una operación militar que pone en riesgo a miles de kurdos del norte de Siria.

Las operaciones se producen luego de que el presidente Trump anunciara el retiro de las fuerzas estadounidenses de esta zona, donde se encuentran rebeldes kurdos que ayudaron a combatir a los terroristas de ISIS.

Los propios miembros del partido del presidente, incluyendo prominentes figuras como Nikki Haley o Lindsey Graham, se preguntan cómo es posible que se le está dando la espalda a los kurdos, que han ayudado a contrarrestar a ISIS, y que quedan vulnerables a una campaña militar altamente desigual.

"Si Turquía hace algo que yo, en mi gran e incomparable sabiduría, considero que está fuera de los límites, destruiré y arrasaré totalmente la economía de Turquía", señaló Trump en un tuit para advertir a Ankara sobre las consecuencias de atacar a los aliados kurdos en la región.

El retiro se produce en una zona donde los kurdos han sido un aliado instrumental contra el autodenominado Estado Islámico. Con esto, Trump rompe con su propio partido y servicios de inteligencia a beneficio del presidente de Turquía. Legisladores republicanos y demócratas alertan que esto envía una mala señal a los aliados del país, que dudarán en confiar en Estados Unidos en el futuro.

El individuo habría dañado el sistema de navegación de un vuelo con 150 pasajeros que cubriría la ruta Miami-Nassau.