El sueño es vital para la vida, es el modo natural de recuperar los recursos gastados durante el día para poder continuar al día siguiente. Pero más allá de la importancia que reviste este proceso para todos los seres vivos, las mujeres debemos saber que tener hábitos de descanso adecuados es una de las mejores maneras de rejuvenecer. Si todos supiéramos lo beneficioso que es dormir correctamente para nuestros cuerpos, gastaríamos más tiempo en cama y menos maquillándonos.

Algo que parece tan normal, como el dormir, se puede volver un objeto muy añorado y preciado cuando tenemos problemas para conciliar el sueño, así como puede ser todo un fastidio el que lleguen las horas de irse a la cama cuando sabemos que nos costará dormirnos. Debido a la importancia de este hábito renovador, en VivirSalud te contamos cómo dormir profundamente, para que puedas retomar esas horas de sueño reparador y puedas comenzar de buena manera tus días.

Generalmente al horario de la siesta nos agarra ese sueñito muy molesto que no nos deja trabajar, no nos deja pensar, y lo único que queremos es poder dormir. Esto lamentablemente nos sucede a todos, nadie se salva. Pero por suerte hay algunos consejos que podemos seguir para que esto no nos suceda más.

Porque teníamos que estudiar para rendir un examen importante, por acumulación de trabajo o porque nos sentíamos preocupados o ansiosos por un hecho en particular, creo que todos hemos pasado por la experiencia de no dormir durante un par de noches. Sin embargo, si la falta de un buen descanso nos ocurre de manera frecuente, las consecuencias de no dormir bien pueden llegar a ser fatales para nuestra salud.

Si me preguntaran a mí, diría que no podría estar sin dormir ni un solo día. Y no solamente porque mi cuerpo lo necesita y me canso con facilidad sino porque, además, si no duermo en toda la noche, al otro día el malhumor es intolerable... Sin embargo, hay personas mucho más resistentes que podrían pasar ¡días enteros! sin dormir.

Puedes apostar que la forma como duermes ha afectado la manera en la que has crecido. Como otras cosas con el cuerpo humano, hay muchos estimulantes en el impacto para el desarrollo. Por ejemplo, la dieta que ingerimos, los ejercicios, las hormonas y los genes.