El doctor Li Wenliang trabajaba en un hospital donde comenzaron a aislar a pacientes infectados con un coronavirus similar al SARS, una afección que mató a casi 800 personas en 2002-2003. En diciembre advirtió públicamente de la posibilidad de un nuevo y peligroso brote, pero fue reprendido por la policía local y acusado de “propagar rumores”.

“Sin él esto hubiera sido mucho peor”, dice la epidemióloga Eileen Marty sobre el médico que murió por la enfermedad de la cual advirtió, causando el disgusto de las autoridades chinas. Mientras tanto, la Casa Blanca pidió a científicos e investigadores que identifiquen el origen del coronavirus, que ha cobrado la vida de más de 600 personas en el mundo.

Milena Basso y Gaetano Cerullo celebraban su luna de miel en el crucero Diamond Princess. Y con más de 30 días lejos de su hogar en Nueva York, relatan que casos de coronavirus a bordo los han mantenido dentro de su habitación todo el tiempo, con poca comida y bajo cuestionadas medidas de protección.

Las autoridades estatales de salud anticipan que los resultados de sus prueban estarían listas en un máximo de dos días, mientras que los enviados a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades pueden tardar hasta siete.

Al menos se ha confirmado una docena de casos de la enfermedad en territorio estadounidense, a donde se espera la llegada de otros dos aviones procedentes de China con más ciudadanos que huyen del coronavirus. Quienes han sido evacuados permanecen aislados y bajo estricta vigilancia médica.

Más de 80,000 personas han sido diagnosticadas con el Covid-19, pero la vasta mayoría de los casos reportados se encuentran en China. Te mostramos cuál es la diferencia entre la situación actual y una epidemia globalizada.