Ya sea que la decisión del divorcio la hayas tomado tú o tu ex pareja o haya sido consensuada, la separación implica un duelo. Se realiza un balance, se cierran heridas y se comienza a transitar un nuevo camino. Cuando las cosas ya están encaminadas, las aguas parecen estar más calmas y tus hijos empiezan a aceptar la idea de que sus padres ya no estarán más juntos, tu corazón de mujer desea ser nuevamente conquistado, empiezas a necesitar oir palabras bellas en la boca de un hombre, y sentirte que caminas acompañada. Pero volver al ruedo puede ser un poco complicado, así que no viene nada mal leer estos consejos cuando llega el momento de pensar en otra pareja después del divorcio.

Generalmente, cuando ocurre un divorcio los niños continúan viviendo en el mismo hogar con la madre. Pero los niños crecen y entran en esa etapa que se caracteriza por la rebeldía, llamada adolescencia.

Mientras el matrimonio funciona, para los dos padres la prioridad son siempre sus hijos, tanto su salud física como su salud emocional. Pero cuando la "guerra de los roses" se desata con un divorcio, las prioridades cambian; y entre las batallas por la manutención, los bienes y la tenencia, los niños quedan atrapados en la peligrosa línea de fuego y suelen ser daños colaterales.

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Si estás atravesando la traumática y dolorosa situación de un divorcio y tienes niños, EntrePadres tiene para tí algunos consejos para poder afrontar las consecuencias de la manera más saludable para tí y tu familia.

El divorcio, incluso cuando se hace como acuerdo necesario entre los padres, es un suceso que afecta la vida de los hijos. Al no tener todos los recursos para lidiar con una situación tan compleja, estos terminan siendo lastimados si los adultos no saben cómo manejarla. Veamos cómo afecta el divorcio a los niños de modo que podamos orientarlos y ayudarlos a superar sus incertidumbres.