Familias indocumentadas, mixtas o que no clasifican para las ayudas federales ni estatales viven en la incertidumbre por la falta de dinero y trabajo que les ha generado la crisis por el coronavirus. Muchos de los afectados aseguran que no tienen para los gastos básicos ni para pagar la renta y, en el peor de los casos, no pueden comprar alimentos. La situación no solo afecta las finanzas, sino que también se están enfrentando a algunos problemas de salud mental. Estas personas esperan ser tenidas en cuenta en el nuevo paquete de estímulo económico. Más información aquí.

El desempleo por la crisis del coronavirus no les frenó el ingenio, así que ahora estos latinos venden micheladas y botanas desde su camioneta en la ciudad de Compton.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, para finales del 2020 los fallecimientos estarían alrededor de los 300,000 si se mantienen las cifras actuales. La doctora Deborah Birx, coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, asegura que la enfermedad se está expandiendo extraordinariamente por EEUU, tanto en zonas rurales como en urbanas. Más información aquí.

La Casa Blanca confirmó que se ha avanzado en algunos temas de la negociación, como los prestamos a las empresas para que no despidan a los trabajadores, según indicó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. La agencia AP señala que el monto de ayuda por familia sería de $1,200 por persona, $2,400 por pareja si se presentaron los impuestos juntos y $500 por cada niño o dependiente. Hay expectativa por la ayuda por desempleo de $600 semanales. Más información aquí.

La compañía Roomie IT Services trabaja en la investigación y fabricación de robots desde el año 2014. Estos artefactos han sido adaptados a las necesidades actuales por la pandemia del coronavirus y ahora se convierten en una alternativa para negocios como hoteles y restaurantes, permitiéndoles continuar con sus servicios disminuyendo el riesgo de contagios. Más información aquí.

Familiares de José Álvarez aseguran que la compañía de alimentos Mission Foods no alertó a los trabajadores sobre al menos 40 casos de coronavirus dentro de la planta. Alisha Álvarez, hija de la víctima, asegura que su padre tomaba todas las precauciones porque tenía 67 años, diabetes y presión alta, pero que sentía miedo de perder el empleo si no se presentaba. Más información aquí.