No es una pregunta agradable, pero sin duda que esto sucede y es más común de lo que parece. El problema no solo es el hecho de la bofetada, debemos saber cómo responder ante ese acto. Veamos, a continuación, cómo evitar que nuestro hijo nos dé una bofetada.

Cuando te conviertes en mamá, no solo eres responsable de tu propia vida, sino también de la de tus hijos. Para ellos, tú eres su modelo a seguir -no tengas la menor duda que hasta la adolescencia harán su mejor intento para imitarte. Por tanto, debes cuidarte de no cometer los peores errores paternos.

A veces, los padres tenemos que hacer uso de nuestra creatividad para desviar la atención de los niños a cosas o actividades que sean más productivas y beneficiosas para ellos. Porque todo lo que hacemos es para su bienestar, es que te apoyamos y te damos unas cuantas ideas para incentivar a los niños a pasar menos tiempo en la computadora.

Las parejas que por decisión propia o por situaciones adversas a ellos solo tienen un hijo cargan con prejuicios de la sociedad como que sus hijos serán narcisistas, malcriados e individualistas, todo gracias a los resultados de las investigaciones publicadas por G. Stanley Hall, paradójicamente uno de los fundadores de la psicología infantil.

Los niños y los adolescentes saben poner a prueba la paciencia de los padres, y a éstos últimos se les agota su energía mental a pasos agigantados. Es imprescindible que en la mente de los padres haya un pensamiento positivo que pueda aumentar la paciencia, el pensamiento negativo únicamente pondrá un freno en la buena educación de los hijos. Entonces, ¿cómo tener más paciencia con los hijos? Respira profundo y exhala, te lo contamos a continuación.

Todos lo hemos escuchado o incluso hemos utilizado el término ‘mandona’ cuando nos encontramos con una niña o chica desafiante. Para las niñas de la comunidad latina, el término es seguido muchas veces por otras expresiones como ‘enojona’, ‘metiche’, ‘gritona’ o ‘loud’.