Criar un hijo es un arte y una ciencia, porque al fin y al cabo, no existe un manual infalible para hacerlo. Sin embargo, si hay ciertos lineamientos y consejos que ayudan a transitar las agitadas aguas de la maternidad.

Un día estaba yo haciéndole la merienda a mis hijas cuando una de ellas me preguntó: “Mami, ¿yo soy fea?”

Lo que los hijos ven es lo que aprenden.

Las cosas han cambiado tanto, que atarse las agujetas del calzado es algo que cada vez se aprende más tarde.

Muchas veces por seguridad o por miedo a que se enfermen, como padres cometemos el error de no salir a la calle a jugar con nuestros hijos. Sin embargo, los expertos aseguran que jugar al aire libre les trae múltiples beneficios en su desarrollo físico y emocional.

Como mamá, de seguro lidias con mucho estrés y quisieras hallar un modo de que esto no altere tu paciencia. A fin de cuentas, y sobre todo si como yo tienes un niño difícil en casa, la paciencia es esa virtud que no nos puede faltar... Pero nos falta. Más de una vez he gritado más de lo quisiera y me sentido peor de lo que debería y ¿por qué? Pues simplemente porque debido a mi incapacidad momentánea para manejar una situación he perdido el control.