Todos lo hemos escuchado o incluso hemos utilizado el término ‘mandona’ cuando nos encontramos con una niña o chica desafiante. Para las niñas de la comunidad latina, el término es seguido muchas veces por otras expresiones como ‘enojona’, ‘metiche’, ‘gritona’ o ‘ loud’.
Hablemos de la palabra mandona y sus consecuencias

Nunca nos preguntamos si señalarlas con estas palabras tenga consecuencias en el futuro de las niñas. Pero según estudios citados por la campaña Ban Bossy, sí los hay. Llamarlas ‘mandonas’ podría disuadir a las jovencitas de desarrollar un rol de liderazgo. Al llegar a la escuela secundaria, el 25 por ciento las niñas se muestran menos interesadas que los varones en participar en actividades, responder en voz alta, entre otras actividades escolares.
Incluso, a las chicas de familias inmigrantes se les enseña muchas veces a que deben ser comedidas en la escuela. Esta es una tendencia que muchas veces sigue hasta la adultez.

Éxito económico en peligro
Esta predisposición afecta directamente el éxito económico de las mujeres de grupos minoritarios como las hispanas. Aunque los hispanos son el grupo minoritario más grande en los Estados Unidos, las mujeres latinas tienen menos representación en la fuerza laboral.
Mientras que a los varones se les llama 'líderes', de las niñas insistentes se dice que son 'mandonas'. Un hombre puede ser 'fuerte', pero una mujer que sabe lo que quiere y lo logra, es 'fría' o ‘calculadora’.
La invitación de Ban Bossy es romper con estos patrones e involucrar a los padres en el desarrollo del liderazgo en sus hijas.
Los padres, abuelos, tíos y demás familiares y amigos debemos ser conscientes de las palabras que usamos en torno a nuestros niños y niñas. Las palabras, igual que las actitudes, deben ayudar a fomentar el deseo de sobresalir o ser líderes y que tanto niños y niñas no se sientan mal por ello o que estas actividades son exclusiva de un solo género.
Además de sobrellevar las barreras culturales, las niñas latinas deben procurar y aceptar las oportunidades de liderazgo que se les presenten. Para ello, es fundamental el apoyo de su núcleo más cercano, la escuela y la comunidad.

¿Qué puedes hacer en la casa para desarrollar a la líder que hay en tu niña?
Según las recomendaciones de la campaña Ban Bossy, las oportunidades de liderazgo están en todas partes. Las niñas adquieren habilidades cruciales mediante actividades cotidianas como cuidar a una mascota, recaudar dinero para una causa o cuidar niños.
Cultiven su pasión:
Encontrar una actividad que la apasione como practicar un deporte, tocar un instrumento, escribir una historia, puede llenar de energía el empuje de una niña y le puede ayudar a ver su potencial. Pídanle a su hija que clasifique sus cinco actividades y clases favoritas en una escala del uno al diez. Si no hubiese una que sobrepase del seis, consideren presentarle una nueva actividad o retomar algo que le gustaba hacer en el pasado.
La participación en cosas que le gustan le enseña acerca de sus obligaciones y la ayuda a aspirar a los roles de liderazgo. Encontrar algo que le apasione mucho les puede ayudar a darle a su hija mejores experiencias que usará a lo largo de su vida.
Para más ideas sobre este tema, no te pierdas las lecciones de liderazgo que debes pasar a tus niñas o visita la página de Ban Bossy.









