No es una pregunta agradable, pero sin duda que esto sucede y es más común de lo que parece. El problema no solo es el hecho de la bofetada, debemos saber cómo responder ante ese acto. Veamos, a continuación, cómo evitar que nuestro hijo nos dé una bofetada.
¿Cómo evitar que mi hijo me dé una bofetada?

Algo muy normal es que los niños peguen siempre a la misma persona, sea la madre, el padre, la abuela u otra. Hay padres que responden de igual forma, es decir, dando una bofetada al niño para que sea capaz de sentir lo mismo.
Otros optan por reprenderlo con autoridad y colocarlo de forma inmediata en su cuna o apartarlo de algún modo para que no tenga oportunidad de repetir el cachetón.
Formas de evitar que tu hijo te dé una bofetada
Pedirle sólo besos
Una teoría dice que los niños pequeños confunden el acto de tocar con acariciar y no miden su fuerza, por lo que el mejor modo de hacerles ver que no es lo mismo es diciéndole “A mamá solo besos, no se dan bofetadas”, y acariciar y besar al niño.
Ponerlo en penitencia
Otra manera es ponerlo en penitencia, es decir, arrestado de pie o sentado en un rincón o en una silla algunos minutos, y luego ir cogerlo en brazos y darle besos para favorecer un intercambio amoroso.
Ver más: Cómo disciplinar a un hijo que no hace caso
Explicarles por qué no
Dependiendo de la edad del niño, hay médicos que recomiendan hablarles y decirles tranquilamente que no deben pegar, contarles lo que se siente al hacerlo, por ejemplo “No debes pegar a mamá, porque duele y me haces daño”.

Elevar el tono de voz
Hay madres que por experiencia opinan que lo mejor es ser autoritarias sin gritar; de forma concreta decirles que no se hace. Los niños saben y entienden que han hecho algo que no es correcto de acuerdo al tono de voz con el que se les hable y por ello dejaran de hacerlo.
Ver más: Tips para evitar gritarle a tus hijos
Distraer al niño
También se puede optar por distraer al niño cuando ha soltado la bofetada; de forma inmediata proponerle realizar una actividad, por ejemplo “Llego la hora del baño” o “Vamos jugar con los cubos”.
Poner distancia
Otro método es que cada vez que el niño pegue un cachetón, colocarlo en el piso, o sobre la cama, o un andador. La idea es distanciarlo de la persona a quien ha abofeteado, para que entienda que cuando esto sucede no desean tenerlo cerca.
El hecho de que tu hijo te de una bofetada es bastante habitual y suele formar parte de la etapa de aprendizaje de algunos niños; ellos prueban y experimentan, todavía no tienen claro qué está bien o mal y es nuestra responsabilidad enseñarles de la mejor manera posible.







