Representantes de las áreas de salud, correcciones, regulaciones y fideicomiso de desamparados estuvieron en una reunión a puerta cerrada en la alcaldía del Condado de Miami-Dade para buscar posibles soluciones a los problemas de salubridad que tienen los convictos por crímenes sexuales contra menores de edad ubicados entre Liberty City y Hialeah de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana, como lo indica el toque de queda. Juan Pérez, director de la policía, manifestó que no quieren que se repitan situaciones como cuando a algunos les dieron casa, porque vivían debajo de un puente, y oportunidades de trabajo que no desearon mantener.

El gobernador Bruce Rauner firmó una ley para que estos planteles provean ayuda a este tipo de menores en vez de retirarlos. La medida requiere que el Departamento de Servicios de Niños y Familia desarrolle reglas para prevenir que centros acreditados, que reciben fondos del estado, saquen a los pequeños con conductas problemáticas.

Los abogados de la demandante dicen que el proceso se abrió por negligencia e invasión de privacidad contra Mobile Store Operators en Kendall, después de que en el 2015 un empleado se ofreció a pasarle los datos del teléfono viejo al que compró en el negocio. El trabajador envió desde el equipo nuevo imágenes con contenido sexual de la representada, aseguran los defensores. La joven no denunció a quien acusa, persona que ya no ofrece sus servicios en la empresa. Mobile Store Operators no dio declaraciones sobre este caso.

Jared Anderson, quien enseñaba en una preparatoria y era pastor en una iglesia de Texas, fue detenido luego de que dos jóvenes aseguraran a las autoridades que el acusado realizaba encuentros indecentes en su residencia.

El Departamento de Salud de Florida y la policía de la unidad de crímenes sexuales valorarán el estado de salubridad del lugar en el que permanecen los convictos de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana, ubicado entre Liberty City y Hialeah. Comerciantes de la zona dicen que sus ventas han disminuido por el miedo que sienten los clientes.

El hombre se identificaba como un doctor de medicina natural y utilizaba este título fraudulento para examinar a sus víctimas en su negocio, una de ellas lo acusó de abuso sexual.