Un astrónomo de la Universidad de Cape Town estaba observando por su telescopio en marzo de este año cuando se encontró con un objeto brillante. En ese momento creyó haber hecho un enorme descubrimiento, pero resultó que era solamente el planeta Marte. Hoy en día es uno de los destinos más probables para los viajes espaciales y es fuente de fascinación general por la posible presencia de agua e incluso en la ciencia ficción.

El fascinante cielo nocturno ha cautivado la atención de los humanos desde tiempos remotos, y todavía hoy lo podemos mirar, cuando las luces de la ciudad lo permiten, con algo así como un antiguo asombro heredado.

En una entrevista con el astrofísico Neil deGrasse, Hawking aplicó la teoría de Albert Einstein sobre un espacio y tiempo curvo para explicar lo que pasaba antes de la gran explosión.

A 700 años luz de distancia de la Tierra se encuentra el exoplaneta WASP-39b, con una masa similar a la de Saturno. Gracias a los telescopios Hubble y Spitzer ahora podemos conocer mucho más de él, por ejemplo, que en su atmósfera hay agua, algo que ayudará a entender mejor cómo se forman los planetas y su historia de existencia.

En el centro de nuestra Vía Láctea se encuentra Sagitario A*, una fuente compacta muy brillante que contiene un agujero negro supermasivo. Un grupo de estrellas orbitan peligrosamente cerca de él, y S0-2, una de ellas, se acercará este año más que nunca siendo una fuente estudios para los astrónomos los efectos del agujero negro en la gravedad.

El Instituto Físico de la Academia de Ciencias de Rusia, por medio de su Laboratorio de Astronomía Solar de Rayos X, dio a conocer que el 18 de marzo una tormenta magnética ‘golpeará’ a nuestro planeta. Si bien el nombre de este fenómeno astronómico suena muy rimbombante, no debe causar temor entre la población.