Este pastor salvadoreño ha vivido 34 años sin documentos en Estados Unidos. Antes de "convertirse a Cristo" fue arrestado cuatro veces y pesa en su contra una orden de deportación. Desde junio de 2017 está resguardado en un templo de Carolina del Norte para que las autoridades migratorias no lo envíen de vuelta a El Salvador, y lo separen de su esposa y sus cuatro hijos.

La asesoría es gratis y enfoca su colaboración en la ley de asilo para ayudar a quienes en ocasiones pierden la oportunidad de legalizar su estado migratorio o recibir refugio por falta de conocimiento y recursos.

En Nuevo Laredo, un refugio se encuentra abarrotado de inmigrantes cubanos desesperados por la demora en sus solicitudes y la imposibilidad de entrar a territorio estadounidense. Tras meses de travesía, ahora se encuentran en un limbo migratorio que parece no tener fin. Además, en Tapachula, un grupo de más de 500 cubanos piensan salir en caravana durante los próximos días.

La información fue confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que asegura que a finales de esta semana comenzarán a ser enviados a Ciudad Juárez siguiendo la política de Protección de Migrantes, por la que los solicitantes de asilo deberán esperar sus procesos en México.

El incremento se debe a una nueva política de Aduanas y Protección Fronteriza de liberar a más familias como parte de una estrategia para “mitigar el riesgo, tanto para la seguridad de agentes como para las poblaciones vulnerables bajo estas circunstancias”. La agencia también admitió que el “limitado espacio para camas” fue un factor en esta decisión.

Los abogados de tres de ellos pidieron una nueva evaluación de los casos de sus clientes, quienes permanecieron en territorio estadounidense. Sin embargo, los demás fueron regresados casi de inmediato a suelo azteca para seguir esperando sus próximas citas con el juez que definirá sus pedidos de refugio.