Tras 42 días, el que es el cierre de gobierno más largo de la historia de EEUU parece encaminado a terminar, luego de que un grupo de siete senadores demócratas y un independiente rompieran filas y se unieran a los republicanos para aprobar un financiamiento temporal que reabriría las puertas de la administración pública hasta fines de enero.
¿Victoria o derrota? Qué logran los demócratas con el fin del pulso por el cierre del gobierno
Como no consiguieron doblegar a los republicanos con una extensión a los subsidios de ‘Obamacare’, la exigencia máxima que hacían los demócratas, en el ala más progresista del partido muchos aseguran que hubo una claudicación y hasta una “traición” a las bases.

El grupo que rompió la línea demócrata lo hizo a cambio de algunas concesiones: dinero para el programa de alimentos SNAP, el pago retroactivo a los trabajadores federales cuyos empleos quedaron en suspenso, algo que la administración Trump había dejado en un limbo, y la recontratación de quienes fueron despedidos durante el cese de actividades.
Pero no lograron doblegar a los republicanos con una extensión a los subsidios a los seguros de salud adquiridos bajo la Ley de Cuidados de Salud Asequibles, también conocida como ‘Obamacare’. Y esa era la exigencia máxima que hacían los demócratas, por lo que entre el ala más progresista del partido muchos aseguran que hubo una claudicación y hasta una “traición” a la base.
Por ejemplo, el gobernador de California, Gavin Newsom, desde la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Brasil, le dijo a la agencia AP estar estupefacto por la decisión y advirtió: “No me complace que, ante esta especie invasora que es Donald Trump, quien ha cambiado por completo las reglas del juego, sigamos jugando con las antiguas".
Antes de que se consumara la votación del domingo, Newsom escribió en Twitter: “Esto no es un acuerdo. Es una rendición” y después del procedimiento, calificó su conciliación de "capitulación y traición a los trabajadores estadounidenses".
La división demócrata a una semana de su éxito electoral
Esa aparente ruptura en la unidad demócrata se produce a menos de una semana de que obtuvieran resonantes victorias en elecciones estatales y locales que parecían presentarles una fórmula para recuperar la cohesión de cara a los comicios de mitad de período de noviembre del próximo año, donde esperan quitarle el control del Congreso a los republicanos.
“Creo que los republicanos ganaron un poco más en el término de la óptica que los demócratas, quienes en primer plano fueron los que cedieron, fueron los que bajaron la cabeza y sé que los republicanos, sin duda alguna, van a venderlo de esa manera”, dijo a Univision Noticias José Aristimuño, exsubsecretario de prensa del Partido Demócrata.
Y aunque Aristimuño reconoce que “los demócratas tienen un poquito más de trabajo difícil” a la hora de vender como un triunfo el desenlace, asegura que: “Sí pudimos demostrarle un punto muy importante al pueblo estadounidense: que los demócratas vamos a pelear para bajar costos”.
Pero para el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, quien suele votar con los demócratas y se mantuvo en el bloque opuesto a refinanciar el gobierno sin concesiones sobre Obamacare, lo sucedido el domingo es un “desastre” que no mejora las perspectivas de que el próximo año millones de personas vayan a tener que pagar sustancialmente más por sus seguros médicos.
En entrevista con CBS, Sanders aseguró que la promesa de que se someterán a votación las demandas demócratas en sesiones de diciembre no es una victoria porque carece de mucho valor.
"Es una votación sin sentido, porque aunque obtuviera 100 votos en el Senado, no llegaría a ninguna parte en la Cámara de Representantes y el presidente ciertamente no la firmaría. Tal vez la gente se sienta bien por haber votado, pero no significa absolutamente nada", dijo Sanders.
Justo cuando los demócratas iban "ganando"
El tema de la extensión de los subsidios de Obamacare goza de gran popularidad, tanta, que las encuestas hechas durante el cierre del gobierno indicaban que la mayoría responsabilizaba al gobierno de Trump y a los republicanos del Congreso por el cierre, y mostraban respaldo a las exigencias demócratas.
En ese sentido, los opositores estaban “ganando” la batalla en la opinión pública, mientras decenas de miles de empleados públicos veían sus salarios y hasta sus puestos de trabajo en un limbo, y cuando millones de estadounidenses dejaron de percibir dinero para alimentación del programa SNAP.
Las perspectivas de que no hubiera dinero para SNAP, se cerraran más vuelos o el simple hecho de que los empleados federales no iban a recibir pagos por segundo mes, parece haber estado en la mente de algunos de los senadores que votaron por desbloquear el acuerdo.
Sin embargo, para otros demócratas, el acuerdo no resuelve los problemas de fondo que querían atacar.
“Este proyecto de ley no hace nada para frenar la catástrofe del sistema de salud, ni limita de manera significativa la ilegalidad del presidente Trump”, declaró el senador demócrata por Connecticut Chris Murphy.
“Creo que los votantes fueron bastante claros el martes por la noche sobre lo que querían que hiciera el Congreso, y más específicamente, sobre lo que querían que hicieran los demócratas, y me entristece profundamente que no los hayamos escuchado”, dijo Murphy.
Por eso, para muchos no tenía sentido bajar la presión, sobre todo después del triunfo electoral de la semana pasada, cuando hasta el presidente Trump reconoció ante un grupo de republicanos que el cierre del gobierno había sido uno de los factores del mal desempeño de los conservadores en los comicios.
Aristimuño no considera que haber bajado la guardia vaya a representar un daño en la, ya de por sí baja, popularidad del partido, en parte porque considera que la pelea sigue activa y que si los republicanos no quieren negociar, tendrán consecuencias políticamente costosas.
“Esta reapertura de gobierno hasta el 31 de enero y vamos a volver a tener esta pelea. Aparte de eso, nosotros de aquí a noviembre del 2026, cuando son las elecciones de mitad del mandato, vamos a recordarle al pueblo americano que son los republicanos los que no están interesados en resolver los problemas que incluyen estos subsidios para ayudar a millones de personas”, afirmó Aristimuño.








