El impacto del prolongado cierre del gobierno, que se acerca a su tercera semana, ya empieza a dejarse sentir, con cientos de miles de trabajadores federales sin cobrar sus salarios, servicios paralizados y afectaciones en el tráfico aéreo, entre otras cosas.
El cierre del gobierno empieza a golpear a familias y comunidades: estos son los más afectados
Algunos efectos del cierre del gobierno ya se están sintiendo, sin embargo, cuando los salarios de cientos de miles de trabajadores públicos empiecen a dejar de llegar de forma masiva, se notará el verdadero impacto de la falta de financiación del gobierno, mientras republicanos y demócratas siguen sin encontrar un punto común en el Congreso.
Más de 750,000 empleados públicos han sido enviados a casa sin sueldo y los considerados esenciales siguen trabajando, pero también sin cobrar. De hecho, la Casa Blanca de Trump, como una forma de presionar a los demócratas, dijo que esos funcionarios afectados podrían no cobrar esos salarios de forma retroactiva cuando se reative el financimiento, lo que rompería con la práctica establecida por la Ley de Trato Justo para los Empleados Federales (GEFTA) de 2019.
Además, la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) informó el viernes en un documento judicial que más de 4,000 empleados públicos serán despedidos de forma permanente por la parálisis gubernamental.
Si bien algunos efectos del cierre del gobierno ya se están sientiendo, cuando esos salarios empiecen a dejar de llegar de forma masiva tendrán un verdadero impacto en muchas familias, mientras las negociaciones entre republicanos y demócratas siguen estancadas en el Congreso.
“Cuando esos sueldos dejan de llegar, todo se resiente: el consumo, la comida, el cuidado infantil…”, explicó G. William Hoagland, del Bipartisan Policy Center, a The Washington Post. “Es un fuego lento, pero empeora con cada día que pasa”.
Por su parte, Scott Bessent, secretario del Tesoro, dijo este lunes en Fox News que el cierre del gobierno ya está teniendo un impacto real en la economía. Según Bessent, para permitir el pago a los militares, como ordenó Trump, el gobierno tuvo que retener los pagos a otros trabajadores y servicios federales en áreas como los museos Smithsonian y el Zoológico Nacional, informó Reuters.
El golpe contra los empleados federales
Russell Vought, el director de la Oficina de Presupuesto, considerado el artífice de la campaña para reducir la plantilla federal, ha llegado a jactarse por estar provocando "traumas" entre los empleados públicos. Esto sigue la misma línea de prinipios de año de Elon Musk y el autodenominado Departamento de Eficiencia Guberntamental (DOGE), cuando se congratulaban de despedir a cientos de empleados federales sin distinción, al punto de que algunas agencias quedaron prácticamente desmanteladas.
Ahora, con el cierre del gobierno, los trabajadores públicos enfrentan otra ola de despidos, que según la Casa Blanca, ya ha empezado a ejecutarse.
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Emily Abraham, diplomática de carrera con destinos previos en Arabia Saudita, Indonesia y República Dominicana, fue despedida durante el verano, pero iba a seguir cobrando su salario hasta noviembre. Sin embargo, al quedar suspendida por el cierre, ya no recibe paga mientras espera su despido definitivo. Ella misma describe su situación como un “doble fuera de servicio”.
“Además de no trabajar, ahora tampoco cobro”, lamentó a AFP. “Tengo tres hijas, una hipoteca, un auto, muchas cosas que mantener... pero estoy en un punto en que aceptaría cualquier trabajo”, añadió Abraham.
No es la única. Actualmente muchos funcionarios están buscando trabajo fuera de la esfera pública, ante la inestabilidad que implica en estos tiempos trabajar para el gobierno, contrario a lo que siempre ha sido.
Abraham asegura que el mercado laboral en Washington está saturado de personas despedidas del Gobierno.
“Conozco a varios exdiplomáticos de alto rango que ahora conducen para Uber o Lyft mientras buscan empleo”, dijo a AFP.
Pero el impacto en cientos de miles de hogares afecta más allá de sus familias ya que el consumo se contrae, y eso repercute a nivel general en las economías locales, comercios y mercados.
“Las familias ya sienten el impacto”, advirtió el líder republicano del Senado, John Thune. “Y lo peor está por venir”, agregó.
Quiénes pueden ser los más afectados esta semana
Las familias militares, especialmente aquellas con pareja que trabaja para el Gobierno, están entre las más golpeadas. En algunos casos, deben recurrir a bancos de alimentos.
Está previsto que los militares reciban su paga el 15 de octubre, pero incluso tras la orden de Trump al Departamento de Guerra de utilizar "todos los fondos disponibles" para pagarles este miércoles, muchos ya están buscando ayuda.
Estas familias a menudo son golpeadas doblemente, pues es común que las esposas y esposos de militares trabajen para el sector público, lo cual los pone ahora sin sustento.
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Monica Bassett, fundadora y directora ejecutiva de Stronghold Food Pantry, un banco de alimentos destinado a militares y sus familias, afirma que desde que comenzó el cierre se ha registrado “un aumento sin precedentes en la demanda”, con un incremento del 300 % en las personas que acuden a su sede en Fort Leavenworth, Kansas, informó la revista Time.
Bassett agregó que le resulta “conmovedor y desgarrador de presenciar” ese aumento repentino de solicitudes de ayuda.
Según Basett, solo en 10 días el servicio nacional de entregas del banco de alimentos recibió 410 nuevas solicitudes de asistencia, una cifra que supera el volumen promedio de todo un trimestre: casi nueve veces más solicitudes de lo normal.
“Eso refleja tanto la urgencia que viven las familias durante el cierre del Gobierno como la confianza que depositan en nosotros para cubrir ese vacío con dignidad y compasión”, dijo a Time.
Del mismo modo, los trabajadores de agencias de salud, investigación y ciencia están sufriendo licencias sin sueldo, paralizaciones o recortes de personal, lo cual afecta a usuarios de programas sociales, que podrían ver su acceso reducido si el cierre se prolonga.
Aunque programas como SNAP (cupones de alimentos) o de ayuda a veteranos continúan por ahora, su sostenibilidad está en riesgo si la parálisis presupuestaria se sigue prolongando.
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El impacto se ha sentido ya en el tráfico aéreo, con retrasos de vuelos, líneas telefónicas del Servicio de Impuestos Internos (IRS) cerradas, permisos ambientales bloqueados y parques nacionales sin acceso. El domingo, los efectos se ampliaron con el cierre temporal del Smithsonian, incluidos sus museos, centros de investigación y el Zoológico Nacional, por falta de fondos.
JD Vance avierte de recortes "dolorosos"
El vicepresidente JD Vance advirtió el domingo que mientras más se prolongue el cierre del gobierno habrá recortes más profundos en la plantilla federal, lo que aumenta la incertidumbre de los cientos de miles de empleados públicos que ya están suspendidos sin sueldo o trabajando sin cobrar.
El vicepresidente advirtió que los nuevos recortes serán “dolorosos”, pero aseguró que la administración Trump trabaja para garantizar que los militares cobren esta semana y que se mantengan algunos programas básicos para los estadounidenses con menos recursos, como la asistencia alimentaria.
“Cuanto más dure esto, más profundos serán los recortes”, dijo Vance en el programa Sunday Morning Futures de Fox News. “Y para ser claros, algunos de estos recortes van a ser dolorosos. No es una situación que celebremos, ni algo que esperemos con gusto, pero los demócratas nos han dejado una mano de cartas muy difícil.”
Los republicanos del Senado han intentado repetidamente persuadir a los demócratas que se resisten a votar a favor de un proyecto de ley provisional para reabrir el gobierno, pero los demócratas se han negado, aferrándose a un compromiso firme para extender las prestaciones sanitarias.
Con información de AFP, AP, The Washington Post y Time.
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