El país experimenta un cierre del gobierno federal luego de que el Congreso no lograra aprobar un paquete de financiamiento temporal que le permitía mantenerse operando hasta que se autorice el presupuesto formal para el año fiscal 2025-2026, algo en que demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo.
Cómo el cierre de gobierno ayuda a Trump a seguir despidiendo trabajadores federales
La Casa Blanca ordenó a las agencias federales que hagan despidos masivos y no suspensión, como suele hacerse en cierres de gobierno. En episodios anteriores, los empleados federales tenían la incertidumbre de no saber cuándo volverían a recibir el pago de sus salarios, pero esta vez la duda es si tendrán empleo cuando se supere el impasse en el Congreso y los recursos sean aprobados para reactivar el gobierno.
En un notable cambio sobre cómo el gobierno afronta el cierre de funciones, la Casa Blanca ordenó a las agencias federales que hagan despidos masivos y no suspensión, como suele ser la estrategia.
En episodios anteriores, los empleados federales tenían la incertidumbre de no sabe cuándo volverían a recibir el pago de sus salarios, pero esta vez la duda es si contarán con un empleo cuando se supere el impasse en el Congreso y los recursos sean aprobados para reabrir el gobierno.
En un memorando publicado el miércoles de la semana pasada, la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) indicó que las agencias deberían considerar la reducción de personal para los programas federales cuya financiación caduca la próxima semana, que no cuentan con otra financiación y que "no se ajustan a las prioridades del presidente", lo que le permitiría a la Casa Blanca seguir con el agresivo (y cuestionado en tribunales) proceso de reducción de la burocracia federal.
Se trata de una medida más drástica que las que se han usado en cierres gubernamentales anteriores, cuando los empleados federales no esenciales fueron suspendidos temporalmente, pero volvieron a sus puestos una vez que el Congreso aprobó el presupuesto.
Pero la reducción de personal que ordena la OMB no solo implicaría el despido de empleados, sino la eliminación de sus puestos, lo que provocaría otra gran crisis en la administración pública, que ya ha sufrido importantes recortes este año debido a las medidas del Departamento de Eficiencia Gubernamental y otras dependencias del gobierno de Trump.
La respuesta demócrata a la "amenaza" de la Casa Blanca
La medida introduce un elemento adicional en las negociaciones en el Congreso, sobre todo del líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
Ambos han mantenido un frente unido contra del proyecto de ley de financiación temporal propuesto por el presidente Trump y los republicanos del Congreso.
Los demócratas exigen mejoras para mantener subsidios en el mercado de seguros de Obamacare y la reversión de recortes aprobados al sistema de salud a cambio de sus votos.
Una reunión que se había programado entre Trump, Schumer y Jeffries, fue cancelada por el presidente, quien dijo que no había posibilidades de acercar posiciones con las exigencias demócratas, que calificó de desproporcionadas.
La Casa Blanca ahora culpa a los demócrata del cierre de gobierno y, por tanto, de los despidos que vaya a generar (aunque sea parte del plan del Ejecutivo seguir reduciendo la fuerza federal).
Sin embargo, la “amenaza” de la Casa Blanca no tuvo efecto en el liderazgo demócrata.
"No nos dejaremos intimidar por su amenaza de realizar despidos masivos", escribió Jeffries en una publicación en X. "¡Fuera de aquí!". Jeffries calificó a Russ Vought, jefe de la OMB, como un "mercenario político malintencionado".
Schumer declaró en un comunicado que el memorando de la OMB es un "intento de intimidación" y predijo que "los despidos innecesarios serán anulados por los tribunales o la administración terminará readmitiendo a los trabajadores".
En marzo, Schumer fue muy cuestionado por liberales al apoyar una prórroga de seis meses para la financiación gubernamental, debido a su temor de que una paralización del gobierno otorgara a Russell Vought, director de la Oficina de Presupuesto (OMB), y a Elon Musk, entonces responsable de DOGE, la capacidad de tomar decisiones unilaterales sobre el gasto público, a pesar de las fuertes críticas de la base demócrata.
“Una paralización del gobierno otorga al poder ejecutivo —en este caso, a Trump, Musk, Vought y DOGE— una libertad prácticamente total para decidir qué áreas del gobierno financiar y cuáles no”, declaró entonces Schumer.
El suspenso entre los empleados federales por un cierre de gobierno
En el pasado, la OMB ha publicado en su sitio web planes de contingencia para casos de cierre parcial, en los que detallan qué empleados de las agencias permanecerían trabajando y cuáles serían suspendidos durante un cierre. Sin embargo, esta vez no lo ha hecho.
“Los empleados federales no son meros instrumentos de negociación. Son veteranos, cuidadores, agentes de policía y vecinos que sirven a su país y a sus conciudadanos a diario. Merecen estabilidad y respeto, no despidos ni juegos políticos”, declaró el jueves Everett Kelley, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados Públicos, en un comunicado.
El memorando señalaba que los demócratas del Congreso se niegan a apoyar un proyecto de ley de financiación gubernamental sin condiciones "debido a sus exigencias partidistas", que incluyen la extensión de las subvenciones para seguros de salud, que expiran a fin de año, y la reversión de los recortes de Medicaid incluidos en la ley de recortes de impuestos y gastos de los republicanos.
"Por lo tanto, nunca ha sido tan importante que la Administración esté preparada para un cierre si los demócratas deciden impulsarlo", reza el memorando, que también señala que la ley insignia de los republicanos, un paquete de impuestos y gastos para la frontera, proporciona "recursos suficientes para garantizar que muchas prioridades clave de la Administración Trump continúen sin interrupción".
La OMB indicó que solicitó a todas las agencias que presentaran sus planes para un cierre gubernamental antes del 1 de agosto, algo que no parecen haber cumplido todas las oficinas que se verían potencialmente afectadas.
Una vez que termine el cierre del gobierno, se pide a las agencias que revisen sus planes de reducción de personal "para mantener el número mínimo de empleados necesario para cumplir con las funciones legales", según el memorando.
Algunas instancias gubernamentales ofrecieron una compensación económica a los empleados federales para que renunciaran antes del 30 de septiembre, aunque ahora algunas buscan recontratar a trabajadores debido a las dificultades que los recortes de personal han generado para el desempeño de sus funciones.









