Funcionarios de la ciudad de Jackson, Mississippi, mostraron este lunes “un optimismo con cautela”, después de que el río Pearl alcanzó su punto máximo por una lluvia récord con efectos menores a los esperados, según un portavoz del alcalde.
Mississippi continúa en alerta por inundaciones, pero mantienen “optimismo con cautela” de efectos menos severos
Los flujos de entrada del embalse Ross R. Barnett alcanzaron su punto máximo el domingo por la mañana. El alcalde de Jackson, Chokwe Antar Lumumba, afirmó que el agua no subió tanto como se esperaba. Las lluvias continuarán este martes.

El río Pearl crecido inundó calles y al menos una casa en la capital de Mississippi el lunes, días después de fuertes lluvias, pero los niveles de agua han comenzado a retroceder.
Los flujos de entrada del embalse Ross R. Barnett alcanzaron su punto máximo el domingo por la mañana, pero “todavía hay mucha agua que debe fluir río abajo”, de acuerdo con un comunicado del domingo del distrito de suministro de agua de Pearl River Valley. El embalse de 33,000 acres proporciona agua a Jackson y está río arriba de la ciudad.

El alcalde de Jackson, Chokwe Antar Lumumba, dijo que el agua no subió tanto como se esperaba. Las proyecciones anteriores mostraban que entre 100 y 150 edificios en el área de Jackson enfrentaban la posibilidad de inundaciones.
“Agradecemos sobre todo al Señor por salvar a tantos de nuestros residentes”, comentó Lumumba durante una conferencia de prensa con funcionarios de emergencia.
El Servicio Meteorológico Nacional (National Weather Service, NWS) dijo que el río Pearl había alcanzado una cresta de unos 10.8 metros (35.4 pies). Eso está por debajo del nivel de inundación principal de 36 pies (10.97 metros).
Residentes se prepararon para lo peor
Algunos residentes de Jackson comenzaron a sacar muebles y electrodomésticos de sus hogares durante los últimos días la semana pasada, mientras que otros se abastecieron de sacos de arena.

Hace dos años, las lluvias torrenciales hicieron que el río Pearl alcanzara los 36.7 pies (11.2 metros) y las casas de Jackson en los vecindarios más afectados se llenaron de aguas sucias e infestadas de serpientes.
Suzannah Thames es propietaria de una casa de alquiler de tres habitaciones en el noreste de Jackson que se inundó con aproximadamente 3 pies (0.9 metros) de agua en 2020.
Thames contrató a un equipo para sacar los electrodomésticos, muebles y otras pertenencias de la casa el viernes. Ella aseguró el lunes que la casa se inundó con alrededor de 7.6 a 10.2 centímetros (3 a 4 pulgadas) de agua el domingo por la noche.
“Pensé que iba a ser mucho peor”, dijo Thames. “Me siento muy afortunada. Me siento muy bendecida”.
Andre Warner, de 54 años, afirmó que su familia había colocado todos sus muebles sobre bloques de hormigón dentro de su casa para prepararse para una posible inundación en otro vecindario del noreste de Jackson.
Warner dijo que la familia tuvo que salir de casa durante dos semanas durante la inundación de 2020. El agua no entraba a su casa en ese momento, pero no había electricidad en su vecindario porque otras casas se inundaron.
“Tuvimos que esperar a que se drene y se seque para que vuelvan a conectar la red”, subrayó Warner.

Jackson ha tenido problemas durante años con la calidad de su agua potable. La ciudad ha estado bajo un aviso de hervir el agua desde fines de julio porque las pruebas encontraron una calidad turbia en el agua que podría provocar problemas de salud.
Inundaciones parciales
Lumumba dijo el lunes que las inundaciones han causado problemas adicionales en una planta de tratamiento de agua y que han afectado la presión del agua en gran parte de la ciudad.
Un puente que cruza el río Pearl cerca del centro de Jackson fue cerrado debido a la crecida de las aguas. Los árboles quedaron parcialmente sumergidos y las líneas eléctricas temblaron en la fuerte corriente del lunes. Los campos de fútbol en el noreste de Jackson estaban cubiertos con varias pulgadas de agua, donde flotaban gansos. En barrios cercanos, algunos vehículos quedaron parcialmente sumergidos.
La inundación de Mississippi fue menos severa que la inundación que causó muerte y destrucción en Kentucky el mes pasado. Esas inundaciones dejaron al menos 39 muertos y despojaron a miles de familias de todas sus posesiones. Casi un mes después, los residentes se debaten entre reconstruir el lugar al que llaman hogar o comenzar de nuevo en otro lugar.
El gerente del embalse, John Sigman, dijo que incluso cuando el agua retroceda, podría tomar hasta una semana para que todo vuelva a la normalidad. El pronóstico del tiempo indica que las lluvias continuarán este martes.



































