“En México, lo primero que desapareció fue la justicia”, dice enfático Juan Carlos Trujillo. Él, que ha vivido en carne propia el dolor de la desaparición y la búsqueda infructuosa de sus cuatro hermanos, encabeza esta semana una iniciativa ciudadana en el estado mexicano de Veracruz para ayudar a familias en su misma situación a buscar fosas comunes.
Familiares que buscan fosas: “En México, lo primero que desapareció fue la justicia”
Juan Carlos Trujillo, quien ha vivido en carne propia el dolor de la desaparición de sus cuatro hermanos, encabeza esta semana una iniciativa ciudadana de búsqueda de fosas en Veracruz.

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Casi 27,000 personas se encuentran desaparecidas en México, de acuerdo a la organización Amnistía Internacional, y Veracruz figura como uno de los cinco estados a la cabeza de desapariciones.
“En algún momento creímos que podían cambiar las cosas y ya, con casi ocho años de búsqueda que tenemos, nos dimos cuenta con claridad que el gobierno no quiere, no puede o no le interesa, pero lo más importante es que no hay condiciones en México para dar con los desaparecidos”, afirma el brigadista a Univision Noticias.
Los hermanos de Trujillo desaparecieron en septiembre de 2010 de manos de la policía local de Veracruz, según denuncia. Ahí empezó la lucha por recuperarlos junto a su madre, María Elena Herrera. En 2011, madre e hijo formaron parte de un grupo de víctimas de la violencia que se reunió con el entonces presidente mexicano Felipe Calderón.
Cinco años después sigue sin respuestas y, aunque encontrar los cuerpos de sus hermanos es lo que le motiva "a dar el 200%”, también quiere compartir su experiencia con otras personas en la misma situación.
Este lunes, a petición de varias familias de desaparecidos, la Primera Brigada Nacional de Búsqueda de la Red de Enlaces llegó a la iglesia de los Santos Reyes, en la localidad veracruzana de Amatlán de los Reyes, desde donde comenzaron la labor de reconocimiento en el terreno.
Desgracia humanitaria
A juicio de Trujillo, Veracruz vive "una desgracia humanitaria" que hace especialmente "complicado el panorama" para quienes buscan a los desaparecidos.
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Decenas de brigadistas de diferentes estados mexicanos están saliendo al campo armados “con la herramienta más importante: el corazón y las ganas de encontrarlos", explica Trujillo. También tenemos picos, palas, marros, nuestras propias manos y la esperanza”.
Según explicó, la Policía Ministerial de Veracruz se puso a su servicio para ayudar en la búsqueda, pero los brigadistas rechazaron la ayuda: “Sabemos que estas son las personas que están desapareciendo a nuestras familias y vamos a contaminar el proceso con ellos”, afirma.
La idea es que el 22 de abril, cuando después de 15 días termine su labor en la zona, los familiares de las personas desaparecidas cuenten con el conocimiento y las herramientas para seguir con la búsqueda de sus seres queridos.
Los brigadistas aseguran no querer hacerle el trabajo a las autoridades, pero tampoco pueden seguir esperando de brazos cruzados: "Si llegan o no, con o sin ellos, las familias ya no vamos a detener los procesos”, dice sobre las fuerzas federales.
En los últimos años, las autoridades mexicanas han abierto más de 200 fosas clandestinas en las que había más de 660 cuerpos, según datos oficiales. Sin embargo, cientos de miles de familias siguen esperando encontrar a sus desaparecidos.
“Más que hacer un llamado a las autoridades, le haría un llamado a la población, entendiendo que solo el pueblo puede cambiar al pueblo. Esta acción es meramente humanitaria, venimos en búsqueda de la verdad, ya no de la justicia".





