La localidad de Pacaraima, situada en el extremo norte del estado de Roraima, se ha convertido en la puerta de entrada a Brasil para miles de venezolanos que en los últimos dos años han llegado huyendo de la profunda crisis política, económica y social de su país.

Decenas de doctores venezolanos llegaron este domingo al lado colombiano del puente internacional de Tienditas, donde se manifestaron para pedir que se permita el paso de la ayuda a su país y así "poder salvar muchas vidas" que dependen de la asistencia.

Mientras el presidente interino Juan Guaidó llama a los militares constantemente a reconocer su gobierno y acatar sus órdenes, el gobernante Nicolás Maduro va de cuartel en cuartel buscando asegurar el apoyo de las tropas para evitar sublevaciones.

El presidente interino de Venezuela afirmó este domingo que la ayuda que se acopia en la ciudad fronteriza de Cúcuta comenzará a entrar a su país en los próximos días. Tras acudir a una misa dominical en Caracas, Guaidó envió nuevamente un mensaje a los militares.

Con esta medida, todos los venezolanos con orden de expulsión que se encuentren en suelo canadiense podrán pedir un permiso de trabajo inmediatamente y aplicar a una residencia humanitaria.

Hace unos años, miles de colombianos cruzaban a diario el puente Simón Bolívar, principal paso fronterizo con Venezuela, para abastecerse de productos más baratos, pero ese flujo se invirtió y ahora son ellos los que vienen a Cúcuta en busca de un bienestar representado en alimentos y salud.