Las supuestas motivaciones de los atacantes han sido distintas, pero lo que no cambia es el profundo dolor que deja la pérdida de un ser querido entre sus familiares. Y pese a los hechos en una tienda Walmart en El Paso, la compañía informó que no dejará de vender armas.

Testigos aseguran que los trabajadores de la tienda sacaron a algunos clientes por una puerta trasera y los resguardaron por horas en contenedores, con tal de tenerlos a salvo de las balas. Walmart afirma que capacita constantemente a sus empleados para que sepan responder ante este tipo de situaciones.

El analista político Hernán Molina criticó la tibia respuesta del presidente tras los tiroteos masivos en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, que dejaron decenas de muertos. El experto indicó que el mandatario usa un discurso incendiario durante sus actos de campaña y después "no denuncia de una forma genuina que está en contra de la supremacía blanca".

Frente al estacionamiento del Walmart donde un hombre mató a 22 personas e hirió a por lo menos otras 20, la comunidad fronteriza de El Paso se reunió a homenajear a los fallecidos, donde las familias se despiden, rezan, lloran y se ofrecen apoyo.

Siguen las largas filas de hombres y mujeres que quieren donar sangre, e incluso una compañía de transporte está ofreciendo viajes gratis con ese propósito. Pero se están dando otras muestras de ayuda: ofrendas florales, vigilias, donaciones de dinero y hasta en servicios.

En lo que va de 2019 se contabilizan más de 250 tiroteos en territorio estadounidense con igual número de víctimas fatales. No hay cifras oficiales, pero se cree que en EEUU la cifra de armas de fuego en posesión de civiles podría superar a la de habitantes.