Miles de migrantes provenientes de Centro y Suramérica, el Caribe y África están retenidos el sur de México sin poder avanzar hacia la frontera de EEUU en busca de asilo. La desesperación y el hacinamiento convierten la zona en una bomba social que amenaza con estallar en cualquier momento.

Miles de refugiados afganos fueron transportados a la base militar de Fort McCoy, en Wisconsin. Allí permanecerán hasta que el gobierno les encuentre un lugar permanente de residencia. La Casa Blanca aseguró que ya fueron sometidos a chequeos de antecedentes criminales, pruebas de covid-19 y que se les administran las vacunas. Más información aquí.

Miles de refugiados provenientes de Centroamérica, El Caribe y Sudamérica convirtieron a Tapachula, ciudad fronteriza entre México y Guatemala, en el nuevo epicentro de la crisis migratoria de América del Norte advertida en 2013 tras un informe de las Naciones Unidas elaborado por investigadores de la Universidad de California.

Entre los miles de afganos que EEUU dejó atrás, destaca la historia de Mohammed, un intérprete que en 2008 participó en el rescate del entonces senador Joe Biden en una tormenta de nieve en el país asiático. Ahora implora al presidente que le ayude a salir de Afganistán junto con su mujer y sus cuatro hijos.

El ritmo de los vuelos que llevan a los evacuados de Afganistán a Filadelfia se ha acelerado drásticamente, duplicando el número de recién llegados a 2.386 en un día.

Un edificio en el aeropuerto más grande de Nueva York está siendo habilitado en caso de la llegada de refugiados de Afganistán. Ahí podrían permanecer temporalmente hasta que funcionarios federales encuentren un hogar permanentes para ellos.