Mientras los agentes de la Patrulla Fronteriza corrieron para socorrer a las dos pequeñas, una decena de personas aprovechó la distracción para cruzar a Estados Unidos.

Ángel Fernández cayó del cuarto piso de un edificio en el que trabajaba en Nueva York. Sus hermanos llegaron a reconocer el cuerpo de este padre, quien emigró a Estados Unidos hace tres años para dar una mejor vida a su familia en Ecuador.

El menor viajaba junto a su padre quien, al parecer, mantuvo una discusión con otro conductor. De un momento a otro, el sujeto sacó un arma y disparó al niño de 2 años, que falleció ante los ojos de su padre.

Decenas de niños y maestros quedaron atrapados bajo lo escombros. Los equipos de rescate trabajan sin descanso para sacar a todos las víctimas.

Al menos 10 personas murieron en el tiroteo, incluyendo los dos atacantes. Ambos se quitaron la vida después de perpetrar la masacre y las autoridades investigan qué podría haber motivo el ataque.

Las autoridades todavía no han arrestado a ningún sospechoso en relación con el crimen y están ofreciendo una recompensa para quien pueda proporcionar información que ayude a la investigación. Su familia todavía no supera la muerte del joven, quien además era sobreviviente de cáncer.