Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.

Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.

Seguramente has visto medusas comunes que tienen tentáculos que se mueven cuando nadan. La Deepstaria Enigmatica es una especie de medusa que no posee esos tentáculos y que tiene una forma tan rara que se parece a una simple bolsa plástica en el océano. Hasta el momento no había sido filmada detalladamente. Jacques Cousteau fue de los primeros en observarla e identificarla, de ahí su nombre que hace alusión al submarino Deepstar 4000. Ahora, con una tecnología de baja luz se pudo capturar en video para estudiarla mejor.

A pesar de su aspecto inofensivo, la medusa de caja australiana es considerada el animal marino más venenoso. Y es que su picadura es realmente letal.

Entre las muchas leyendas urbanas y teorías conspirativas que pululan en la red, una de las más extrañas (y paradójicamente muy popular desde hace poco más de 20 años) es la supuesta conspiración de los reptilianos, una subespecie presumiblemente evolucionada de reptiles o, quizás, ¿por qué no? de seres extraterrestres, que son capaces de cambiar de apariencia y buscan conquistar el mundo cubriendo cargos de importancia y roles centrales en la sociedad y la cultura de la humanidad (como ser políticos, representantes religiosos y figuras del espectáculo).

Casi nadie se ha salvado de las picaduras de medusa (también conocida como agua viva) en la playa y, cuando sucede, el dolor es inmediato y realmente molesto.

Imagina esto: naces, creces, te reproduces y... ¡no mueres! En lugar de envejecer, tu cuerpo se regenera y regresa a la etapa de pubertad para iniciar nuevamente el ciclo de vida, como si rejuvenecieras una y otra vez. Pues la medusa Turritopsis Nutricula tiene esta capacidad.