El piercing conocido como Medusa es una perforación del labio superior que se coloca en el surco nasolabial justo debajo del tabique de la nariz.
Piercing Medusa: cuidados y procedimientos

Se trata de una perforación que requiere el doble atención debido a que es una perforación bucal y al mismo tiempo una de labio y por ende se debe tratar a cada extremo de la perforación por separado.
Al hacernos un piercing Medusa afectamos parcialmente nuestra capacidad de comer y beber durante las dos o tres semanas que requiere la cicatrización. Mientras se sana la herida se debe también evitar fumar y beber alcohol, sobre todo cerveza porque su levadura irrita de gran forma a los piercings.

Debemos mantener la herida lo más limpia posible, sobre todo teniendo en cuenta que la boca suele ser un foco infeccioso por los alimentos y las bebidas que ingerimos y que no removemos por completo. Es importante tener una correcta higiene bucal, limpiar el piercing con solución salina y además utilizar a diario un enjuague bucal antiséptico que ayude a eliminar las bacterias y además a cicatrizar la herida.
Es bueno saber que si bien la cicatrización exterior implica unas dos semanas, la curación por dentro puede llegar a tomar unos seis meses y por ello debemos mantenernos durante un largo tiempo muy cuidadosos de nuestra perforación y por sobre todo de la higiene de la zona.
Si se animan a verlo, aquí les dejamos un video donde se puede observar el sencillo procedimiento con el que se hace un piercing Medusa.








